Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
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114 MAItTf / CUBA<br />
cubanos de San Agustfn, de las familias ejemplarea de Ja&orwilk~ y<br />
de su buen club nuevo, de la despedida silenciosa de aquelka trar eorn-<br />
ptieros que en una agitada peregrinación no-le mostraron una sola de<br />
Ias pequegecur que suelen deslucir la virtud humana ;coll4xasiónda<br />
aquellas escenas domésticas, de aquellas fiestas de las escuelas; de aquellas<br />
pinturas de la naturaleza donde el hombre cubano prueba su virtud ante<br />
el pueblo que lo debe conocer porque fuera peligroso que lo Regara a<br />
desdeñar,-analizó el Delegado, con estricta claridad, todos los easoa<br />
políticos de nuestra patria, todas las fuerzas con que los podemos resolver,<br />
y los peligros peculiares, por nuestra constitución viciosa colonia& que<br />
hemos de esquivar, y reemplasar por el desarrollo previo y vigilante .de<br />
nuestras virtudes .-Allí la guerra pasada, y la amalgama, a la par vio-<br />
lenta y heroica, de sus elementos.-Allf las causas de la cafda, la reeons-<br />
titución de las emigratiiones defraudadas, con el contingente de los héroes<br />
descontentos; la constitución de la isla después de la guerra, que creó<br />
un país nuevo, que hay que mover con recursos distintos y mayorw, y<br />
fines más precisos y visibles que los que lo movieron en el entusiasmo<br />
fácil y rudimentario de la primera guerra.-Allí el análisis, para todos<br />
claro y satisfactorio, el análisis cordial e indulgente, con cuantas cauaas<br />
los explican y excusan, de los tres fenómenoa pasajeros de la política de<br />
Cuba: el anexionismo, el autonomismo, y el anarquismo.-Allí, en re-<br />
sumen que dejó impresión hondfsima, los elementos políticos actuales<br />
del pueblo cubano; las escuelas políticas, confusas y remediables, en<br />
que hemos de caer, por los excesivos hábitos coloniales de unoa, y la<br />
aspiración vehemente de los otros a la práctica de la libertad; la impar-<br />
tancia de abrir la república. a todas las ideas para que el clamor de Ja<br />
idea desdeñada por autoritaria o revoltoso no tyastomase, con el poder<br />
de aquella parte de naturaleza humana de qúe es forma en la polftica<br />
cada partido, la república que al desconocer un partido cualquiera, repri-<br />
miría en él sin éxito una expresión de la naturaleza humana; y la urgencia,<br />
y deber supremo nacional, de impedir que la revolución surja, por los<br />
deslumbramientos de la novedad o la fuerza de las malas costumbres,<br />
sin la concordia sincera y equilibrio de todos los elementos indispen<br />
sables para el éxito de la guerra, y la paz y prosperidad de Cuba. Pero<br />
acaso habló el Delegado con emoción más honda, y fueron más dila.<br />
tadaa y entusiastas las aclamaciones, cuando describió, con filial reco-<br />
gimiento, la mesa de héroe que proclamó espontáneamente, en tomo al<br />
representante electo por el sufragio de loe emigrados, la adhesión de<br />
nuestros jefes ilustres, de nuestros mutilados impenitentes, a los pro-<br />
POLfTICA Y REVOLUCIÓN 115<br />
pósitos y métodos democráticos y la plena política revolucionaria del<br />
Partido; cuando describió, con fervor humanitario, la manifestación de<br />
los espaííoles liberales de Tampa, que fue victoria sin sangre, en pro<br />
de la independencia de Cuba; y cuando, con los ejemplos de virtud que<br />
iba pintando, observados al asar en su excursión, proclamaba, con fe<br />
comunicativa, la enterexa y capacidad creadora del pueblo cubano.-La<br />
levantada fiesta, de que no nos es lícito decir más, acabó, como en un<br />
abraso, en una recepción animadisima.<br />
EL CENERhL ROLOFF<br />
3<br />
DE TAMPA<br />
Ya está, allá en Tampa, abierta la casa de negocios de nuestro ge-<br />
neral Roloff; y debió sentirse el hombre valiente como con grado nuevo,<br />
de aquellos que sólo da en la milicia del mundo el carácter domado,<br />
cuando el sol, que le alumbró tantas vetea su línea de batalla, lució por<br />
primera vez, en la tierra extranjera, sobre sus humildes mostradores:<br />
igrande es el general que se manda a sí mismo! iGrande, el general<br />
hecho a mandar, que obedece la ley de la vida ! Por supuesto que es<br />
obligación llenar de compras la casa del héroe que tuvo en Cuba otro<br />
negocio próspero,- y lo dejó detrás, sin volverse a mirarlo, paca ir a<br />
pelear por nuestra independencia.<br />
NÉSTOR L. CARBONELL<br />
Con pena patriótica nos escribe de la querida y valerosa Tampa el<br />
señor Néstor L. Carbonell, padre del Club “Ignacio Agramonte” y factor<br />
siempre visible en los trabajos patrios, a fin de que de público conste,<br />
como a Patria por testimonio personal constaba, que la ausencia del<br />
distinguido compatriota de las festividades cubanas en los días de la<br />
excursión reciente del Delegado del Partido Revolucionario y de sus<br />
compañeros, se debió a sus angustias domésticas, que eran muchas en-<br />
tonces, por la enfermedad de cuatro hijos. Vana es la pena del amigo<br />
de Tampa, que en verdad se desvive por ayudar a la conquista de la<br />
independencia que, en los días de la juventud, mantuvo a campo abierto<br />
con su propio brazo.