Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
Volumen 2. Política y Revolución II, 1892-1893
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
374 MARTí / CUBA<br />
de ser libres, se negaría el derecho todo de su propia historia. No son<br />
los pueblos de América como los ricos viles que nacieron de la pobreza<br />
y se olvidan luego de que fueron pobres. No hay caterva más fétida que<br />
esta de los desagradecidos que se abochornan de su origen, y niegan a<br />
los demás el auxilio que ellos en su dia estuvieron a punto de pedir:<br />
debieran ser polvo, estos hombres ingratos, polvo y hoja mala, a que<br />
se los llevase el viento: no es nada menos que un criminal quien ve<br />
pobreza, y puede ayudarla, y no la ayuda. Sobre cada un hombre debe<br />
pesar la carga de todo el universo: y así, el universo familiar responde<br />
a su hora al hombre. Los pueblos que salieron de la servidumbre, por<br />
voz que les viene de la raíz y por razón de honor y vida, no afligirán<br />
a los que luchan por salir de ella.<br />
Seguro, pues, de la unanimidad americana, y de la obra callada de<br />
los cubanos en todas partes, ni azuza ni pide el Partido Revolucionario<br />
la creación de cuerpos visibles en los pueblos donde no son de prudencia<br />
n no son menester. Ni los promueve ni los esquiva. Pero con el calor en<br />
que esta revolución de pericia y amistad ha puesto las almas, es difícil<br />
que donde hay un buen puñado de cubanos quede oculto el deseo de<br />
demostrar su actividad creciente, su fe en la obra actual, su propósito<br />
y compromiso expreso de ayudarla. Cuba está lejos, y es preciso hablarle<br />
de lejos para que oiga. Oirá de un lado el clamor de tristeza del obrero<br />
al que falta en el extranjero el pan. De otro lado; oirá la voz de aliento<br />
de los cubanos que en suelo más seguro le declaran su ayuda en la<br />
prueba que comienza. El cubano asediado se viene a tierra en su país,<br />
y ya venden las ventanas de los palacios para comer. El hambre de<br />
asá afuera pasa: la de Cuba, no pasa. El hambre menor debe ayudar al<br />
hambre mayor.-De Veracruz, la tierra donde un barco oportuno que<br />
les fue del Norte salvó a la república acorralada cuando el emperador;<br />
de Veracruz, casa hermana de todos los cubanos peregrinos, viene la<br />
voz de hoy. Un club había allí hace poco. Mandó a ver la verdad, y<br />
ahora hay siete clubs. Ya se han reunido en Cuerpo de Consejo. El<br />
Presidente es un veterano de nuestras luchas y de nuestras letras, un<br />
hombre de idea propia y actividad indomable: J. M. Macías. El Secre-<br />
tario, renuevo erguido de un padre batallador, y abogado de mérito, es<br />
Ignacio Zarragoitia.-De todas partes viene su fuerza al Partido Revo-<br />
lucionario: al mandato y encargo de los cubanos de todas partes tiene<br />
que obedecer: lo que de una parte se le merme de otra se le aumenta:<br />
110 teman los pobres que se quede sin hijos la libertad, porque de todas<br />
partes le nacen nuevos hijos. Y si se va a generosidad y tesón, a espíritu<br />
propio sin narigófi ni muletas, a patriotismo genuino sin menta ni cantá-<br />
ridas, no hay cubanos que venzan a los de Veracruz.<br />
DE PATRIA, NUEVA YORK<br />
26 DE AGOSTO DE <strong>1893</strong><br />
A LA RAfZ