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Pág. 140 ALTOANDINO - CUSCO
La agricultura se desarrolla intensamente también sobre
las vertientes empinadas y moderadamente empinadas. En estos casos,
la actividad resulta generalmente contraproducente con relación a la
erosion. Las vertientes empinadas que bordean al valle del río Vilcanota,
por ejemplo, tienen suelos muy superficiales en su parte media, s^i
tuaciéh que esdebido a la erosion difusa, la erosion de los suelos se mi
nimiza cuando las vertientes han sido terraplenadas mediante andenerías,
como es posible apreciar en la subida de Combapata a Yanaoca. Por otro
lado, las vertientes moderadamente empinadas como las que se hallan por
encima de Acomayo, tienen generalmente suelos más profundos; por lo tari
to, el terraplenado es más fácil de realizar. En este sentido, sen áreas
que pueden ser correctamene aprovechadas para el agro.
En relación a las andenerías, es conveniente indicar que
no hay a la fecha estudios precisos que definan su factibilidad, aunque
ya hay algunas experiencias llevadas a cabo por las distintas regio_
nes agrarias (entre ellas, la del Cusco), que han mostrado una importaii
te rentabilidad; por otro lado existen beneficios que no son fácilmente
cuantificables: un amplio programa de andenerías puede restringir la ero
sion coadyuvando a una adecuada conservación del ambiente; los terrenos
ubicados aguas abajo también se favorecerían con la menor erosion flu -
vial. Pero sobre todo, existe un aspecto positivo fundamental, que es
el beneficio social que se concedería al proporcionar tierras de culti
vo y fuentes de trabajo para un importante sector de la población, que
de otro modo, migra a las ciudades, o hacía otras regiones, donde tam
bien provoca importantes procesos erosivos (la ceja de selva por ejemplo
). Es evidente que estudios y trabajos de esta índole deben'desa—
rrollarse a la brevedad, a la vez que ejecutarse planes pilotos sobre
áreas reducidas. Las andenerías deben iniciarse de preferencia en las
áreas indicadas como vertientes moderadamente empinadas.
Las altiplanicies son poco usadas para fines agrícolas,de^
bido a las limitaciones de orden climático; no obstante, algunas lade -
ras de las superficies onduladas son roturadas cada cierto tiempo para
implantar cultivos resistentes al frío. Esta actividad, crea serios
problemas de erosion, que normalmente no existen cuando se mantienen -
los pastos naturales. En resumidas cuentas, las altíplancies no son en
general aptas para las actividades agrícolas, pero hay algunas zonas que
si ofrecen posibilidades más o menos adecuadas, como por ejemplo las su.
perficies estructurales ubicadas encima de Santo Tomás (Pampas de Acó -
Acó y Calzada) formadas por derrames lávicos que han descendido hasta
3,600 m.s.n.m. y que en consecuencia pueden permitir el desarrollo de cul
tivos criofílicos ( quinua, cebada, pastos, etc.). La topografía es fa
vorable, aunque hay una alta pedregosídad superficial ligada a la edad
reciente del derraae volcánico. El problema esencial parece ser la faj^
ta de agua, motivada tanto por la fuerte evaporación, así como por la
permeabilidad del material volcánico. Esta falta puede ser suplida me
diante obras de riego, que en el caso de estas pampas que, a primera ím
presión,parecen ofrecer posibilidades de uso agrícola, mediante el apro^
vechamiento de las aguas de las quebradas Queunamayo y Japupampa. Es
evidente, que la definición de estas posibilidades sólo será plenamente
conocida mediante estudios de mayor detalle.