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2. ANTECEDENTES.
Desde el primer momento que llegamos a laborar en aquella institución
asumimos con gran responsabilidad para compartir e intercambiar
mutuamente nuestros conocimientos y las sabidurías ancestrales enfocando a
las realidades actuales de nuestro centro educativo.
Al transcurrir el tiempo hemos creído conveniente buscar un cambio, una
transformación e innovación, que estimule la enseñanza-aprendizaje fuera del
aula. Para esto partimos de la frase del gran maestro Gandhi que decía:
“Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo”.
Gracias a la predisposición de un grupo de jóvenes y la comunidad
conjuntamente con el docente a través de muchas gestiones, han adquirido una
propiedad adecuado con implementos adecuados para la agricultura, esto dio
un gran impulso a que nosotros realicemos esta investigación.
El ser humano no aprende viendo, sino haciendo, nadie aprende por ciencia,
sino por experiencia, son dos frases hermanas muy conocidos y que a lo largo
de muchas generaciones han impulsado a la gente a no ser simples
espectadores o teóricos para convertirse en partícipes y creadores de las
actividades humanas, como el huerto escolar puede contribuir a que la
educación sea más pertinente y de mejor calidad por ende a mejorar el medio
ambiente.
Según un examen de los programas de huerto escolar, que abarcó los
últimos 30 años, la función de tales huertos pueden clasificarse como
educativas y económicas de seguridad alimenticia.
El huerto escolar es el sitio en donde todos vamos a experimentar, los niños
despejan dudas e inquietudes contestadas por los compañeros, puesto que cada
uno tiene un fondo de experiencias que compartir y el maestro de igual forma
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