RIGOR MORTIS

lámpara fluorescente en la cocina, ambas secciones las separan macetas de distintos
tamaños. Cannabis indica, Cannabis ruderalis, Cannabis sativa. Los cuerpos tropiezan.
Ella toma el rostro masculino entre sus manos como es su costumbre. El la detiene por las
muñecas, sonríe y le dice, en francés que pudiera entender. ¿Tienes hambre? Ella sonríe.
Por supuesto, ella estaba hambrienta.
El joven pasa a la cocina y regresa con un plato de espárragos, zanahorias y
mayonesa. El plato de espárragos, intacto, brilla como la luna en el Sena. Ambos se sientan
en el suelo y conversan alrededor de las viandas. El lleva la mayor parte de platica, en un
tono amable que no presentara problemas de traducción a su interlocutora. Lilith no
entendía de todos modos, pero pasado un rato, no le importa más y simplemente lo deja
hablar.
Aprovechando la pausa, Lilith se inclina sobre el muchacho y lo besa. El responde,
deslizando una mano entre el cabello para tomarla de la nuca y retenerla en esa posición.
Un nouveau frisson la atraviesa como espada. Ella abre los ojos y nota que el muchacho
mira las sombras proyectadas contra la pared sobre su hombro. La desnudez de Dios,
probablemente inadvertido que se ha desintegrado al volver a la tierra, el mismo cuerpo de
Lilith transformándose en el ser de la noche. Rápido, cualquier movimiento siguiente tenía
que ser rápido.
El cuello del muchacho es dilacerado.
La hemorragia salta al piso de la guillotina. La embestida de los borbotones saluda
con el suero de la sangre vegetal, o pioverdín, o esos metabolitos secundarios responsables
del pigmento amarillo verdoso en la savia de las plantas. Un metabolito primario es
esencial para el normal desarrollo y la reproducción. Un metabolito secundario más bien
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