RIGOR MORTIS

-¿Cómo terminan las cosas contigo, sobrino?
-Oh, ya sabes. No hay nada nuevo bajo el sol.
Los acontecimientos están por encima de la voz de peligro. El sol se hincha por
glotonería y se convierte en una candente nova. El rojo abrió los ojos, el negro dijo algo
incomprensible y el Tío Rubén se levantó del pasado en señal de sofocamiento. Ninguno de
los tres podía creer lo que veía. La ráfaga violenta sacude la chatarra asesinada, saltan los
carbones encendidos del amor.
El cartero era un cadáver precioso al llegar al hospital. Las prostitutas una desgracia
integral antes de haberlo pensado. Gabriel llegaba por su lado a la Rua Morgue.
Mamba.
O Gorsky.
Pero nadie en el Directorio de Salud pudo encontrar a una Doctora apellidada
Y siendo un niño, Neil Armstrong volaba una cometa con dos amigos de su edad en
el patio trasero de su casa. Uno de los dos chicos tira del papalote con suma fuerza para
hacerlo volar sobre el patio contiguo. Los vecinos eran el señor y la señora Gorsky y el
papalote roto había caído con tino bajo la ventana de su alcoba. El pequeño Neil entra al
jardín a hurtadillas pero la discusión le impide recoger su papalote. La señora Gorsky le
grita al señor Gorsky. “¡Sexo Oral! ¡Sexo oral! ¡Escúchame fresco inútil una vez por todas!
¡Tú tendrás sexo oral de Tatiana Gorsky cuando el hijo de los vecinos ponga un pie en la
luna!”. Neil Alden Armstrong, hasta donde le fueron naturales las palabras, simplemente se
limitó a sonreír e imaginar la posibilidad en el hilo.
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