69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
69_J_L_Tieck_El_blondo_Eckbert_El_gato_con_botas_1965
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
HINZE: Descuida. No soy un novato. ¡Hasta la vista!<br />
(Sale)<br />
GOTTLIEB (solo): En la historia natural se lee siempre<br />
que no hay que <strong>con</strong>fiar en los <strong>gato</strong>s, que pertenecen<br />
a la familia de los leones. Pero los leones<br />
me inspiran un miedo terrible. Si el <strong>gato</strong> no tuviese<br />
<strong>con</strong>ciencia, podría escapárseme <strong>con</strong> esas <strong>botas</strong><br />
en que tendré que gastar mi último dinero. Trataría<br />
de malbaratarlas, o de hacerse agradable al<br />
zapatero para entrar después a su servicio. Pero él<br />
tiene ya un <strong>gato</strong>o No. Hinze, mis hermanos me<br />
han engañado, veré ahora cómo me va <strong>con</strong>tigo.<br />
¡Habló tan noblemente y estaba tan <strong>con</strong>movido!<br />
Ahora mismo '10 veo allá afuera, sobre el tejado,<br />
alisándose el bigote, ¡Perdona, sublime amigo, que<br />
por un momento haya podido dudar de tu generosidad!<br />
FISCHER: ¡Qué disparate!<br />
MüLLER: ¿Para qué necesita el <strong>gato</strong> las <strong>botas</strong>? ¿Para<br />
andar mejor? ¡Valiente tontería!<br />
SCHLOSSER: Me parece como si viera un <strong>gato</strong> delante<br />
de mí.<br />
LEUTNER: ¡Silencio! (La escena cambia)<br />
(Sala en el Palacio Real. <strong>El</strong> rey, <strong>con</strong> corona y cetro.<br />
Su hija, la princesa)<br />
REY: YaI mil bellos príncipes, mi estimada hija, han<br />
pretendido tu mano y colocado sus reinos a tus<br />
88