06.03.2016 Views

1 | Regresar al índice

Vulnerabilidad-y-Silencio

Vulnerabilidad-y-Silencio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Cuando las personas entran a la prisión, se tiende a suponer que la pérdida de la<br />

libertad es un impacto que vive solo el interno. La re<strong>al</strong>idad es que la prisión tiene efectos<br />

directos sobre su familia por la ausencia de uno de ellos; las aportaciones económicas<br />

que los varones casados o no, suelen proporcionar a sus hogares, <strong>al</strong> improviso se<br />

cancelan. Un estudio etnográfico de tres años sobre el encarcelamiento masculino en la<br />

vida familiar en el Distrito de Columbia (Estados Unidos), re<strong>al</strong>izado por Braman (2003),<br />

encontró que el aumento dramático de personas encarceladas durante las últimas dos<br />

décadas generó múltiples efectos emocion<strong>al</strong>es y económicos negativos <strong>al</strong> afectar a las<br />

familias de los internos, tanto o incluso más que ellos.<br />

La cárcel puede afectar de forma dramática la composición familiar e incluso<br />

desintegrar el núcleo, <strong>al</strong> deteriorarse tanto la proveeduría económica que el interno<br />

aportaba <strong>al</strong> hogar, como la estabilidad emocion<strong>al</strong>, derivada de la ausencia física del<br />

mismo.<br />

Las relaciones familiares de internos penitenciarios, pueden dañarse también, porque<br />

la familia, debe fungir en múltiples situaciones como soporte económico del recluso en<br />

<strong>al</strong>gunas de sus necesidades básicas dentro de la prisión; absorber costosos procesos<br />

jurídicos y de pago de abogados, además de asegurar su subsistencia cotidiana.<br />

Otro factor que influye de forma directa en las relaciones de familia con los internos<br />

penitenciarios es la ubicación de la cárcel respecto del domicilio familiar. Los gastos de<br />

transporte; los horarios y días de visita que afectan la re<strong>al</strong>idad labor<strong>al</strong> de los otros<br />

miembros del núcleo; los trámites y gestiones derivados del propio proceso jurídico de<br />

los internos significan para la familia dinero, tiempo y traslados no siempre accesibles a<br />

sus exiguos presupuestos.<br />

Las visitas seman<strong>al</strong>es a los pen<strong>al</strong>es de Nuevo León, significan largas filas a efectuar<br />

con niños o personas de la tercera edad para ver a su familiar; afrontar revisiones y<br />

conductas no siempre educadas o amables de los guardias.<br />

De acuerdo a México Ev<strong>al</strong>úa (2013), los reclusos de centros penitenciarios advierten<br />

que una práctica común es re<strong>al</strong>izar cobros a sus familiares para entrar <strong>al</strong> pen<strong>al</strong>; por<br />

mandarlos llamar, así como por pasar comida, ropa u otros objetos. De igu<strong>al</strong> forma,<br />

muchos internos consideran que el trato recibido por sus parientes en los centros<br />

penitenciarios es “m<strong>al</strong>o” o “muy m<strong>al</strong>o”: en el Distrito Feder<strong>al</strong> y el Estado de México, en<br />

2009, este porcentaje fue de 43.8, mientras que en los centros feder<strong>al</strong>es en 2012, fue de<br />

41.7.<br />

Internos, familias y dificultades financieras.<br />

La encarcelación de padres, madres, hijos o hermanos trae a la mayoría de las familias<br />

pérdidas financieras y éstas, suelen ser mayores cuando el núcleo familiar trata de<br />

27 | <strong>Regresar</strong> <strong>al</strong> <strong>índice</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!