LA TEORIA CRITICA DE LA SOCIEDAD DE HADERMAS
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R E L A C IO N P E R D ID A E N T R E C IE N C IA Y F IL O S O F IA 8 7<br />
así en Marx por la síntesis materialista entre la Naturaleza externa y la Naturaleza<br />
subjetiva en el proceso de trabajo.<br />
Pero con esa transformación materialista se transforma también el concepto<br />
mismo de síntesis: la síntesis materialista realizada en el proceso de<br />
trabajo no es puramente trascendental, sino a la vez trascendental y empírica.<br />
Es trascendental (y en esto es paralela a la de Kant) por cuanto el hombre<br />
objetiva la Naturaleza desde su estructura antropológica invariante de animal<br />
productor de instrumentos de trabajo. Pero es a la vez empírica, porque el<br />
desarrollo histórico y concreto de las fuerzas productivas va transformando<br />
las reglas técnicas bajo las que se realiza el trabajo (y en esto la síntesis materialista<br />
mediante el trabajo se aparta de la síntesis idealista kantiana). El<br />
nivel de desarrollo de las fuerzas productivas nos define así el nivel histórico<br />
desde el que cada generación humana va realizando renovadamente la síntesis<br />
entre la Naturaleza externa y su propia Naturaleza subjetiva. Por eso la<br />
reconstrucción del movimiento histórico de la Humanidad no ha de hacerse<br />
idealísticamente como reconstrucción de los productos del Espíritu, sino<br />
como reconstrucción de la producción material: no como Crítica de la Lógica,<br />
sino como Crítica de la Economía Política45.<br />
Ahora bien, el proceso histórico de autoconstitución del hombre no se<br />
agota en la dimensión del trabajo, en esa síntesis de la Naturaleza externa<br />
y la Naturaleza subjetiva. El proceso de autoconstitución del hombre abarca<br />
también la dimensión de la regulación de las relaciones de los hombres entre<br />
sí. Si estas relaciones no hicieran más que incorporar equidistributivamente<br />
la represión de la Naturaleza externa, no controlable por el insuficiente grado<br />
de desarrollo de las fuerzas productivas en cada etapa histórica del proceso<br />
de autoconstitución del género humano, este último proceso podría releerse<br />
efectivamente como el del desarrollo del dominio de la Naturaleza<br />
externa por la sociedad (por el conjunto de los hombres). Pero si las relaciones<br />
intersociales de los hombres, lejos de reflejar por igual la represión<br />
causada por una Naturaleza externa no totalmente controlable, la distribuyen<br />
en una forma desigual mediante la configuración de una estructura de<br />
clases sociales que institucionaliza la opresión de unos grupos por otros,<br />
entonces el proceso de autoconstitución del género humano ha de abarcar<br />
necesariamente una segunda dimensión: ya no se puede medir unilinealmente<br />
el desarrollo de la sociedad humana, concebida como un macrosujeto, en<br />
el desarrollo de su capacidad de dominio instrumental sobre la Naturaleza<br />
externa, sino se ha de hablar de una sociedad que además de tener que ir<br />
sometiendo técnicamente a la Naturaleza externa en la síntesis de los procesos<br />
de trabajo, tiene también que ir sometiendo prácticamente a la propia<br />
Naturaleza humana en la síntesis de la interacción social. Esta segunda dimensión<br />
es recogida por Marx en su teoría revolucionaria de la lucha de<br />
clases: la historia de la lucha de clases es la historia de la liberación de la<br />
represión incorporada en las instituciones sociales.<br />
El proceso de autoconstitución del género humano abarca así una doble<br />
" Eut. 36-57.