Propedeutica y Semiologia en Odontologia

Capítulo | 14 Complejo pulpar y periapical
acuerdo con las dimensiones manejadas por
el fabricante, o bien, si va a ser un endoposte
colado, el operador debe tener esas medidas
como referencia para hacer una preparación
intraconducto adecuada.
Formación de escalones
En el caso de conductos con curvaturas pronunciadas
o con curvaturas agudas a nivel del
tercio apical, es muy común que se formen
escalones. Esto posiblemente ocurre debido
al diseño de un acceso cameral inadecuado
que no permite la correcta entrada de las limas
en el conducto o conductos, o debido al
uso de instrumentos gruesos de poca flexibilidad
que no siguen el trayecto del conducto
radicular (fig. 14.18). La forma en que se
detecta o sospecha la posible formación de
estos escalones será notando que los instrumentos
dejan de entrar dentro del conducto a
la longitud de trabajo que el operador había
fijado, en ese momento deberá buscarse y
corregirse el problema. Cuando no se detecte
o corrija la formación del escalón, el paciente
podrá presentar sintomatología inmediata
en casos de pulpitis agudas, y a largo plazo
en pacientes con necrosis pulpar, debido
F IG U R A 1 4 .1 8 Ilustración que muestra la formación
de un escalón en la pared del conducto radicular por la
presencia de una curvatura pronunciada.
a la presencia de remanentes pulpares en el
trayecto apical del conducto radicular.
De igual manera, en esta complicación
se recomienda la prevención como el mejor
tratamiento. En primer lugar, se diseñan
accesos camerales amplios con paredes divergentes
en dirección oclusal que permitan
tener una buena visibilidad y un fácil acceso
del instrumental endodóncico; y en segundo
lugar, se utilizan instrumentos flexibles y de
un calibre adecuado al del diámetro de las
raíces y los conductos radiculares. Se puede
hacer un precurveo de los instrumentos
(limas) para facilitar que puedan seguir el
trayecto del conducto. En caso de que se haya
producido el escalonamiento, habrá que volver
a localizar el trayecto del conducto para
retomarlo y, con cuidado, realizar un limado
de la zona donde se encuentre el defecto con
la intención de atenuarlo y poder limpiar la
porción apical del conducto radicular y así
lograr el sellado óptimo tridimensional. En
los casos en los que no se logre la corrección
del escalón y el sellado del conducto hasta el
límite CDC (conducto-dentina-cemento), la
cirugía endodóncica periapical (apicectomía
y obturación retrógrada) será el tratamiento
de elección.
Perforaciones
Estos accidentes se dan en diferentes niveles
del trayecto del conducto radicular, dividiendo
el conducto en tres tercios: el cervical, el
medio y el radicular. Este accidente puede
detectarse cuando, al referir el paciente un
aumento repentino del dolor, el operador observa
un incremento del sangrado comparado
con el producido durante la instrumentación.
Estas perforaciones pueden darse, como se
ha explicado en casos anteriores, debido
a la falta de pericia del operador, al desconocimiento
de la morfología interna de
los órganos dentarios, a una mala imagen
radiográfica, a no haber tomado en cuenta la
angulación mesio, disto, vestíbulo y/o linguopalatina
del órgano dentario, al mal manejo
del instrumental endodóncico y a sobreinstrumentaciones
del trayecto del conducto
radicular en las que, al adelgazar excesivamente
las paredes, se reduce su resistencia a
un nivel en que los instrumentos endodóncicos