Propedeutica y Semiologia en Odontologia

Capítulo | 14 Complejo pulpar y periapical
deprimido, y en ocasiones puede llegar a un
estado en que disminuya la sensación dolorosa
o incluso alcance un cese total de ésta,
por lo que se establece una relación entre el
dolor, el estado emocional, la motivación y
la conducta.
Una enfermedad no influye en la calidad
de vida de un individuo mientras los síntomas
no se hagan presentes, comenzando por la
afectación física y siguiendo por las áreas
emocional, social y cognitiva. Por esta razón,
será preciso orientar al paciente con dolor a
saber manejar los síntomas para que éstos no
afecten su calidad de vida.
Depresión
Es el trastorno asociado más frecuente; alrededor
del 70% de los pacientes con dolor
crónico presentan depresión secundaria. En
la etiopatogenia del dolor y de la depresión
intervienen factores neurológicos y psicológicos.
La presencia de la depresión puede
complicar el tratamiento del paciente con
dolor crónico.
Ansiedad
Se considera que la presencia de ésta puede
activar automáticamente y aumentar la
sintomatología nociceptiva. Se la considera
una reacción lógica ante una situación de estrés
provocado por dolor constante durante
diferentes períodos de tiempo. Puede determinarse
que a mayor grado de ansiedad,
mayor grado de dolor, al aumentar la tensión
del individuo.
Aspecto cognitivo
La ausencia de información y de conocimiento
con respecto a la experiencia dolorosa
genera ansiedad. La sensación de pérdida
de control de uno mismo y su propia existencia
lleva al desamparo y al escape, a la
evasión, al aislamiento social, a la ansiedad
y a la depresión.
Factores de personalidad
Se considera única para cada individuo que se
refleja en la conducta. Los factores que deben
valorarse para comprender el dolor son la
tendencia a la ansiedad, los rasgos ciclotímicos
(tendencia a enfermedades psiquiátricas
como la bipolaridad), rasgos histéricos (exageración
de los síntomas, sus gesticulaciones,
sus conductas, son intolerantes al dolor, son
manipuladores y pueden simular la presencia
de síntomas), rasgos hipocondríacos (se preocupan
obsesivamente del funcionamiento,
las disfunciones y las anomalías corporales,
umbral muy bajo al dolor), y rasgos obsesivos
(son exigentes y de minuciosidad exasperante).
Factores socioculturales
En éstos influyen aspectos como pueden ser
el contexto social (que determina o modula
la expresión corporal, y tiene una repercusión
social y económica), contexto cultural (las
creencias y valores afectan al comportamiento
hacia el dolor) y contexto religioso
(la concepción del dolor se ve afectado por
la injerencia del papel de la religión en los
individuos).
Factores de género
Entre el hombre y la mujer existen diferentes
formas de manifestar y experimentar el
dolor debido a su diferente naturaleza y por
influencia de factores sociales.
De acuerdo con las perspectivas neurobiológicas,
se muestran diferencias en el
procesamiento y la transmisión de los estímulos
nociceptivos, debido posiblemente a
que las fibras aferentes primarias femeninas
son mucho más sensibles a estos estímulos.
Estudios en humanos han demostrado una
mayor puntación sensorial-discriminativa
en las mujeres que en los hombres. Definitivamente,
es muy probable que los hombres
y las mujeres tengan diferencias funcionales
significativas que pueden contribuir a manifestar
las respuestas al dolor de diferente
manera.
Y de acuerdo con las perspectivas psicosociales,
en estudios clínicos se ha observado
que las mujeres pueden presentar
dolores recurrentes con más frecuencia
que los hombres. Las mujeres presentan
niveles de dolor más altos, más frecuentes
y más duraderos que los hombres. Pueden
sufrir discapacidad con mayor frecuencia a
causa de cuadros de dolor. Reaccionan con