Logica - Juan Jose Sanguineti
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LOGICA DEL RACIOCINIO<br />
a) Una conclusión falsa implica necesariamente que en el<br />
antecedente hay alguna falsedad. Cuando un filósofo, por ejemplo,<br />
concluye algo erróneo razonado formalmente bien, podemos estar<br />
seguros de que ha partido de alguna falsedad: necesariamente tiene<br />
que haber algún vicio en sus premisas, porque cualquier defecto en<br />
la conclusión supone una deficiencia en el fundamento. La<br />
mayoría de los errores se deben a falsos presupuestos, más que a<br />
incoherencias formales.<br />
b) Una conclusión verdadera no significa que las prem isas<br />
tengan que ser verdaderas, ya que podría tratarse de un juicio<br />
obtenido accidentalmente, a partir de un fenómeno falso. Por<br />
ejemplo, algunas críticas marxistas a ciertos defectos de la sociedad<br />
no se realizan a partir de criterios verdaderos, sino desde los<br />
principios del materialismo. Con otro ejemplo: la conveniencia de<br />
que las familias tengan muchos hijos no se argumenta sólidamente<br />
si se hace sólo por criterios económicos, sin apelar a la naturaleza<br />
misma del matrimonio.<br />
Pluralidad en el modo de razonar. Las modalidades del<br />
razonamiento son diversas, debido a la complejidad del pensamiento<br />
humano. La forma básica del raciocinio se basa en la<br />
relación de implicación y oposición entre los conceptos, pues el<br />
hecho de que una perfección implique una serie de perfecciones<br />
ulteriores, o excluya otras, da pie a ilaciones como «X es hombre,<br />
luego es racional, y no es ángel, etc.». Las relaciones constituyen<br />
un caso más complejo, que da lugar a una forma peculiar de<br />
razonar. Naturalmente, el razonamiento no juega sólo con<br />
conceptos, sino con proposiciones en las que aparecen los<br />
conceptos que han de ser hilvanados. Se puede también razonar<br />
con proposiciones compuestas, para inferir lo que se sigue de los<br />
valores de verdad o falsedad de sus componentes («si es A, es B;<br />
es A...»).<br />
Los modos indicados tienen la característica de que en sus<br />
premisas hay un elemento común que, sirviendo como mediador<br />
entre los demás términos, permite relacionarlos (al decir «A=B,<br />
B=C, luego A=C», se ve que la B común permite afirmar que A=C).<br />
Hay también inferencias que se establecen directamente a partir<br />
de otra premisa, sin apelar a este recurso: son las inferencias<br />
inmediatas, que antes hemos mencionado. «Todo hombre es<br />
mortal» implica que «ningún hombre es inmortal».<br />
Ya vimos atrás cómo las inferencias inmediatas se basan en las<br />
relaciones de oposición proposicional y en las reglas de conversión<br />
y equipolencia. Un proceso análogo se plantea para las proposicio<br />
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