Logica - Juan Jose Sanguineti
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LOGICA<br />
lo hacemos simplemente para generalizar, o porque sería muy<br />
complicado llamar a cada uno con un nombre distinto, sino<br />
porque con esa palabra significamos una auténtica comunidad<br />
de naturaleza.<br />
Descripciones y nombres propios. Además de los nombres<br />
propios, también las descripciones y pronombres sirven para<br />
referimos a los individuos. Las descripciones son expresiones<br />
complejas que indican algunas características propias del individuo,<br />
sin nombrarlo (por ejemplo, «el descubridor de América», «el<br />
sucesor de Luis XIV»); de un modo semejante llegamos a grupos de<br />
individuos («los habitantes de Filipinas»). Las descripciones<br />
individualizan porque logran captar a un sujeto o varios por medio<br />
de una caracterización concreta, que a veces es un hecho notorio,<br />
o una demostración ostensiva («el hombre que vemos ahí»), o<br />
también una presunta situación existente («el más alto del grupo»).<br />
Los pronombres demostrativos individualizan por ostensión o por<br />
referencia al sujeto del que se ha hablado («éste», «ése»). Los<br />
pronombres personales tienen la misma función respecto a las<br />
personas11.<br />
Aunque pueden formularse juicios de identidad entre los<br />
nombres propios y los otros modos de individualizar («César = el<br />
conquistador de la Galia»), en realidad los nombres propios no se<br />
reducen a esas fórmulas, ya que su significado trasciende las<br />
descripciones u ostensiones que podemos hacer del individuo. Para<br />
conocer al individuo no bastan las cualidades, pues éstas son<br />
contingentes, y además deben ser concretas, lo que supone ya<br />
captar la individualidad.<br />
Alcanzamos primariamente la individualidad de un ser<br />
material porque los sentidos nos manifiestan una porción concreta<br />
de materia dimensiva (materia quantitate signata), que la mente<br />
reconoce como portadora de una naturaleza (así conocemos, por<br />
ejemplo, a un ser humano determinado, y le ponemos un nombre,<br />
o somos informados de su nombre). El nombre propio significa<br />
este modo de conocer al individuo. Mientras no haya motivos<br />
empíricos para considerar que ha perdido su naturaleza, por<br />
muchos cambios que padezca, nosotros sabemos que tal individuo<br />
retiene su identidad consigo mismo12.<br />
11. Cfr. para este tema, P. G e a c h , Reference and Generality, Cornell Univ.<br />
Press, Ithaca y Londres 1980 (3.a ed.), pp. 136-190.<br />
12. Cfr. D. W ig g in s , Sameness and Substance, Basil Blackwell, Oxford<br />
1980.<br />
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