DIAZ_CESAR_1167D.pdf
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La primera proteína que se identificó a comienzos de 1990, fue FtsZ, una<br />
proteína que forma una estructura en forma de anillo en e\ sitio de \a división<br />
bacteriana (Bi y Lutkenhaus, 1991) y se postuló como el ancestro de los<br />
microtúbulos por su semejanza a tubulina. El ancestro de actina se identificó 1 O<br />
años después del descubrimiento de que FtsZ y tubulina eran equivalentes en<br />
estructura y propiedades bioquímicas. Así, se observó que la proteína MreB, que<br />
determina la forma celular, forma filamentos con propiedades bioquímicas y<br />
estructurales muy similares a las de actina (Jones y cols., 2001; van den Ent y<br />
cols. , 2001 ). A partir de este hallazgo, se cambió la definición de que las<br />
bacterias no tenían estructuras internas filamentosas, por la idea de que el<br />
interior de la célula bacteriana contiene un gran número de elementos<br />
citoesqueléticos organizados. En el año 2003, se determinó que la proteína<br />
crescentina de Cau/obacter crescentus formaba filamentos que participan en la<br />
determinación de la forma helicoidal y curva de esta bacteria y que tiene<br />
propiedades bioquímicas y estructurales similares a los filamentos intermedios<br />
(Ausmees y cols. , 2003). Además, se identificó a BtubNB (Jenkins y cols., 2002)<br />
y a TubZ (Larsen y cols ., 2007) como nuevos homólogos de tubulina y a ParM<br />
(Moller-Jensen y cols., 2003) y MamK como nuevos homólogos de actina en<br />
bacterias.<br />
Sin embargo, existen diferencias importantes entre el citoesqueleto de los<br />
eucariontes y el de los procariontes, como la existencia de un grupo de proteínas<br />
citoesqueléticas en bacterias, el grupo MinO/ParA, que no tiene una contraparte<br />
eucariótica conocida y el hecho que las funciones análogas son frecuentemente<br />
llevadas a cabo en eucariontes y procariontes por familias diferentes de proteínas<br />
citoesqueléticas y a menudo a través de diferentes mecanismos (Shih y Rothfíeld,<br />
2006). En el Apéndice A se da una descripción más completa de las proteínas del<br />
cítoesqueleto de bacterias.<br />
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