Etnografías de lo digital - UNED

III Congreso Online - Observatorio para la Cibersociedad
‘Conocimiento abierto, Sociedad libre’
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Etnografías de lo Digital
Grupo de trabajo
III. REFLEXIONES METODOLÓGICAS EN TORNO AL DESARROLLO DE LA
INVESTIGACIÓN.
1. La observación y sus fases.
Tanto offline como online, la observación es un proceso prolongado, que atraviesa
diversas fases. Generalmente, hay una primera fase de observación no participante,
que facilita la selección de los escenarios en los que interesa centrarse, por el
motivo o motivos que se consideren relevantes. Por ejemplo, Bertrán et al. (2002b)
señalan la comodidad, el dinamismo y la variedad: “el propósito era ir seleccionando
aquellos chats en los que nos sintiéramos más cómodas para comunicarnos, que a
primera vista parecieran más dinámicos y que fuesen lo suficientemente diferentes
entre ellos como para tener mayores contrastes en el análisis comparativo posterior.”
En esta fase de aproximación, es útil tomar ya algunas notas de campo, antes de
perder la capacidad de sorprenderse, propia del recién llegado. Dado que los datos
textuales agotan la información que podemos recoger, y ésta se registra
automáticamente, la cuestión es: ¿sobre qué tomar notas de campo? Bertrán et al.
(2002b) apuntan desde su experiencia: “la información que debíamos anotar era
fundamentalmente nuestras impresiones y sensaciones del momento, el ‘tono’ de la
comunicación. En definitiva, nuestro cuaderno de campo había de ser lo que diera
sentido, lo que contextualizase el registro de las intervenciones”
Una vez seleccionado el o los escenarios, conviene mantener esta estrategia de
marginalidad (Ruiz Olabuénaga, 1996), actuando como lurker (participante pasivo)
desde la periferia del escenario observado: es la fase de observación periférica, que
-sin interferir en el desarrollo de las comunidades estudiadas- proporciona
información sobre el contexto, lo que supone un aprendizaje etnográfico
fundamental. Estos datos pueden analizarse, posteriormente, desde varios puntos
de vista: sociotécnico, descriptivo y discursivo (Garrido, 2003).
Aunque casi todos los investigadores tienden a justificar racionalmente la
elección de la comunidad o comunidades que van a observar -así como los
momentos-, hay quien opina que -dado el contexto- la elección es siempre
arbitaria: “si la actividad que se produce en las CMO es un flujo difícilmente
temporalizable, donde no hay momentos de inicio ni final que sean válidos,
nos encontramos con que cualquier punto del tiempo es tan significativo como
otro cualquiera (...) también cualquier ‘lugar’ es tan significativo como
cualquier otro. Ante este planteamiento, el etnógrafo del ciberespacio no tiene
más remedio que escoger su tiempo/lugar de estudio de forma absolutamente
arbitraria. Esta es una dificultad/característica metodológica más de las
etnografías sobre las CMO que no debe ser esquivada, puesto que, como
hemos dicho antes, se convierte en información etnográfica de primer orden.”
(Mayans, 2002).
La composición cambiante y la naturaleza efímera de buena parte de las
comunidades virtuales, sugiere que tampoco es fácil determinar el momento en que
se ha alcanzado el nivel de saturación que permite dar por terminada la recogida de
datos.