Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española
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éste, gran parte de él, por lo que desprendemos, obtenido de Espíritus<br />
burlones y algunos mistificadores, todos ellos nuestros hermanos en<br />
el sendero evolutivo, necesitados de misericordiosa corrección<br />
disciplinaria.<br />
Para concluir, veamos lo que dice Allan Kardec, en El libro de los<br />
Espíritus, sobre la metempsicosis, estudiada por él en las cuestiones 611<br />
a la 613, y, principalmente en los dos primeros parágrafos del Capítulo V<br />
— “Consideraciones sobre la Pluralidad de las Existencias” —, número<br />
222, de los cuales resume, como siempre, la lógica del ilustre Codificador<br />
del Espiritismo, que tanto reverenciamos:<br />
“El dogma de la reencarnación, dicen ciertas personas, no es<br />
nuevo, pues fue tomado de Pitágoras. Jamás dijimos que la Doctrina<br />
<strong>Espírita</strong> sea de moderna invención. Al provenir de una ley natural, el<br />
Espiritismo debe haber existido desde el origen de los tiempos y<br />
siempre nos hemos esforzado en probar que se encuentran vestigios<br />
de él en la más remota antigüedad. Pitágoras, como sabemos, no es el<br />
autor del sistema de la metempsicosis, pues lo tomó de los filósofos<br />
hindúes y de los medios egipcios, donde existía desde tiempos<br />
inmemoriales. La idea de la transmigración de las almas era, pues, una<br />
creencia común, admitida por los hombres más eminentes. ¿Por qué<br />
medio llegó hasta ellos? ¿Por revelación o por intuición? No lo sabemos,<br />
pero, como quiera que sea, una idea no atraviesa los tiempos y es<br />
aceptada por inteligencias destacadas, sin que tenga su lado serio. La<br />
antigüedad de esa doctrina sería más bien una prueba que una objeción.<br />
Hay, sin embargo, como igualmente se sabe, entre la metempsicosis<br />
de los antiguos y la moderna doctrina de la reencarnación, esta gran<br />
diferencia que los Espíritus rechazan de la manera más absoluta: la<br />
transmigración del alma del hombre para los animales y de los animales<br />
para el hombre.<br />
Enseñando el dogma de la pluralidad de las existencias corporales,<br />
los Espíritus renuevan, pues, una doctrina que nació en las primeras edades<br />
del mundo y que se conservó hasta nuestros días en el pensamiento íntimo<br />
de muchas personas”.<br />
Elías Barbosa<br />
elias.barbosa@globo.com<br />
ANUARIO ESPÍRITA 151