Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

Chico Xavier psicografando em reunião pública do GEP, em
Uberaba (MG)
Por el largo
tiempo de trabajo
espírita-cristiano e
intensidad de dedicación
a la Causa del
Bien, sobrepasó los
límites de su propia
misión. Atendió con
valor la voluntad de
Dios, obedeció los
preceptos de Jesús,
amó sin reservas al
prójimo y sirvió con
el corazón, fraternalmente,
a la Humanidad,
entregando
con alegría a la Gran
Causa todos los órganos
físicos y
organización espiritual.
Las obedientes
manos psicografiaron,
por muchas
décadas, más
de cuatro centenares
de libros mara-
villosos y esas mismas manos acariciaron a niños desamparados y ancianos
cansados…
Los ágiles dedos llegaron a doler por los callos debido a la repetición
e intensidad de las tareas psicográficas, pero esos mismos dedos
no dejaron de tocar con amor las manos trémulas de enfermos tristes y
abatidos en sus lechos de dolor…
Sus suaves manos recibieron decenas de millares de páginas
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