Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española
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El barín berreó:<br />
–“Puedo” es una buena palabra. Ahora, simplemente comprenda<br />
para quien va a hacer esas botas y con qué tipo de cuero. Usted tiene que<br />
hacer un par de botas que, cuando pase un año, no hayan perdido la forma<br />
o se hayan rasgado. Si puede, entonces acepte el trabajo y corte el cuero,<br />
pero, si no puede, no lo acepte y deje el cuero como está. Y yo le digo<br />
anticipadamente: si las botas se rasgaren o se gastaren antes del fin de un<br />
año, mandaré a ponerlo preso. Pero, si no se rasgaren y no perdieren la<br />
forma en ese plazo, yo le pagaré diez rublos por el trabajo.<br />
Semyon quedó asustado y no supo que decir. Lanzó una mirada a<br />
Mikhailo. Le tocó levemente con el codo y susurró:<br />
–¿Debo aceptar el trabajo?<br />
Mikhailo inclinó la cabeza, queriendo decir con eso: “Es mejor que<br />
lo acepte”.<br />
Semyon aceptó el consejo. Concordó en elaborar un par de botas<br />
que no se rasgarían ni se acabarían antes de un año.<br />
El barín gritó al lacayo, le ordenó que sacase la bota del pie izquierdo<br />
y, enseguida, extendió la pierna.<br />
–Tome las medidas.<br />
Semyon cortó un pedazo de papel de 17 pulgadas de largo, lo alisó,<br />
se arrodilló, limpió las manos en el delantal, pues no quería ensuciar los<br />
pies del barín, y comenzó a tomar las medidas.<br />
Midió la suela, midió el pecho del pie y comenzó a medir la pantorrilla,<br />
pero el papel no era lo suficientemente largo. La pierna, a la altura de la<br />
pantorrilla, era tan gruesa como una viga.<br />
–¡Cuidado, no la haga muy apretada alrededor de la pantorrilla!<br />
Semyon comenzó a cortar otro pedazo de papel. El barín, sentado<br />
allí, moviendo los pies dentro de las medias, miró a su alrededor para los<br />
moradores de la cabaña y notó a Mikhailo.<br />
–¿Quién es aquél allí? –preguntó. –¿Algún siervo suyo?<br />
ANUARIO ESPÍRITA 193