Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

los recursos monetarios que detenta. Los traficantes no son criaturas que
se encuentran muy distantes. Es alguien que puede estar a su lado, muy
próximo a usted. Ellos se revisten de una pseudo tranquilidad y actúan
con falsa gentileza a través del magnetismo de envolvimiento y, de cierta
forma, de una especie de encantamiento.
Actúan, hipnotizando.
Se revelan amistosos y consejeros para, más tarde, enredar en sus
mallas de codicia y maldad a los incautos, ingenuos y a los carentes de
vigilancia que encuentran en su camino.
Un programa espírita preventivo al uso ilícito de drogas debe
considerar al ser humano en sus aspectos biológicos, psíquicos, económico
y social. Debe ver al individuo en el contexto de Espíritu inmortal, criatura
portadora de experiencias buenas y malas. Debe considerar que las almas
endeudadas son prisioneras de sus acciones, en razón del reflejo inexorable
de la Ley de Causas y Efectos. Debe considerar el medio social donde el
individuo está inmerso, en función de las ordenaciones definidas por los
procesos reencarnatorios. Debe valorizar, en especial, a la familia, como
el vínculo más importante de la cadena social humana. Literalmente, es
preciso, “estrechar más este vínculo”.
Un programa espírita preventivo al uso ilícito de drogas debe ofrecer
amparo espiritual, no sólo por medio de esclarecimientos trasmitidos en
los cursos y conferencias, sino también por la atención a los enfermos del
cuerpo y del Espíritu. Esta actividad representaría, sin duda, el fiel de la
balanza, el punto diferencial no ejecutado por otros programas,
considerando que estos no están asentados en los esclarecimientos sobre
la supervivencia del Espíritu y en la actuación del mundo espiritual sobre
el físico.
Finalmente, este programa preventivo espírita, al enfocar a la criatura
humana como un ser integral, tendrá la fuerza para convencer que somos
señores de nuestro destino, candidatos a la felicidad eterna.
¡Mucha paz!
(Mensaje psicografiado por la médium Marta Antunes de Oliveira Moura,
el 04-04-2002, en un grupo mediúmnico en la sede de la Federación Espírita
Brasileña, en Brasilia, DF, Brasil)
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