Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

situación, el alma enferma debe recibir los cuidados necesarios para lograr
su armonía íntima, de forma que las fallas del pasado no le pesen tanto en
la personalidad.
En ese contexto, la influencia del medio social, le ofrece benditas
oportunidades de mejoría espiritual si el Espíritu es rodeado de
orientaciones seguras. La influencia moral de la educación familiar
representa la fuente de luz para esa alma necesitada. Los padres
suficientemente cuidadosos y atentos, propiciarán al ser en proceso de
mejoría espiritual una sólida educación fundamentada en el respeto, en la
moralidad, en la construcción de la dignidad humana, en el cultivo de
hábitos saludables de vida, aplicando disciplinas orientadas por el amor, el
afecto y por el sincero interés de propiciar a aquel ser una vida moralmente
superior. No obstante, si los progenitores se mantienen indiferentes o ajenos
a la aplicación de medidas educativas que valoricen la formación del carácter
del hombre de bien, el Espíritu reencarnado sufre las influencias del medio
donde fue llamado a vivir, pudiendo repetir los fracasos del pasado.
La influencia familiar, es, pues, un factor de gran valía en la
reestructuración del psiquismo desarmonizado de esas almas penitentes.
Las actividades de la Casa Espírita, principalmente aquellas dirigidas
al niño y al joven, deben presentar un dinamismo propio que, además de
informar, enfaticen también en la formación moral. En ese aspecto, es
deseable que el niño y el joven sean esclarecidos sobre asuntos útiles a la
construcción de su carácter. Es preciso que conozcan los derechos y
deberes de los niños y de los jóvenes; que sepan más sobre su sexualidad
y su sensualidad, que sean esclarecidos sobre los riesgos provocados por
las sustancias químicas, generadoras de enfermedades somáticas y
psíquicas; que sepan comprender el valor de una mente armonizada con el
bien. Esos son algunos de los temas básicos que forman parte del interés
de los jóvenes, en particular, por fuerza del período de crecimiento en el
que se encuentran.
Debemos considerar igualmente, que las influencias espirituales son
poderosas y que no deben ser ignoradas. Es necesario que los espíritas
enfrenten la cuestión de las perturbaciones espirituales con más diligencia,
buscando obtener recursos y formas de resolver el problema. Muchos niños
y muchos de los jóvenes que actualmente están revestidos de un cuerpo
físico son Espíritus en difíciles procesos de reajustes espirituales. Son
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