Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

Los cálculos de
quien conoce y vive el
Espiritismo son otros.
Creemos que existan
más de 12 millones de
espíritas en el país, más
dos millones considerados
simpatizantes.
Por ejemplo, un centro
como el Perseverancia,
en São Paulo, recibe
unas 10 mil personas
por semana. Están en
catastro 8 mil centros
(Gráfica de la revista Veja, São Paulo, SP, Brasil, 15/5/
2002, que ilustró el reportaje “La nueva cara del Brasil”.)
en todo Brasil. En Porto Alegre, por ejemplo, se ha confirmado por
medio de encuestas, al Espiritismo como la segunda religión.
(…) El reflejo condicionado en función de una herencia de
persecuciones; el lento enamoramiento de personas que intentan aclimatarse
al Espiritismo — después de milenios de condicionamiento — y por eso
se declaran, católicos-espíritas, (en ese caso el investigador reconoce
apenas la primera religión) esos son algunos de los aspectos que interfieren
en el conteo exacto de la población espírita.
Esa doble “religiosidad” permite a las personas un tránsito más
libre. Permanecen con sus rituales “oficiales” y pueden tener el consuelo
que necesitan cuando, por ejemplo, pierden a un ser querido. ¿Cómo
puede una persona soportar esa pérdida? ¿Con un Dios que vive
basándose en intercambios? Muchas religiones no tienen condiciones de
revertir las pérdidas ni de superarlas, y no consiguen impedir una crisis
profunda.
Bajo muchos aspectos, el Espiritismo atiende la cuestión espiritual
de la Humanidad. El libro de los Espíritus, ya es un best-seller.
Así, son muchas las personas que frecuentan los centros, toman
pases, estudian el Evangelio y no se declaran espíritas. En la espiritualidad
ese es un fenómeno que también ocurre. El libro Entre el Cielo y la Tierra
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