Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

nueva receta de vida. “La búsqueda del equilibrio dentro de las incoherencias
del mundo”.
Fue también en el dolor que la actriz
Ana Rosa, tuvo su primer contacto con
el Espiritismo. En 1962, la actriz perdió a
su primer hijo, Mauricio, de leucemia, con
un año de edad. En la época, la tristeza y
la rebeldía fueron apaciguadas por un
regalo del director Augusto César Vanucci,
que le dio El Evangelio según el
Espiritismo, de Allan Kardec. “El libro
respondió un poco a los problemas que
pasaba entonces. No entendía porque
aquello me había ocurrido a mí, pero, en
cierta forma me calmé con su lectura”,
recuerda Ana.
Por falta de tiempo, la actriz no
profundizó en los estudios de la doctrina
hasta 1976, cuando una serie de
coincidencias la aproximaron al Espiritismo.
Primero, hizo el papel de una
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Ana Rosa. Con la gran ayuda del Espiritismo,
la actriz superó la pérdida de
dos hijos. Ella también hizo dos novelas,
con temática espírita, y a causa de
eso conoció al médium Chico Xavier.
médium en la primera versión de la novela El Viaje, de Ivani Ribeiro,
exhibida por la extinta TV Tupí. A consecuencia de eso, visitó a Chico
Xavier en Uberaba. Un año después, actuó en El Profeta, otra novela
de Ivani Ribeiro que abordó el tema. En aquella ocasión, Carlos Augusto
Strazzer, que protagonizaba la novela, le indicó el Lar de la Madre
Mariana, en São Paulo, que ella comenzó a frecuentar con el marido.
Viviendo hoy en Rio de Janeiro, Ana asiste a las reuniones semanales
de la “Mies Fraterna”, y estudia la filosofía recopilada por Allan Kardec.
“Me propuse transformar mis puntos negativos. Hoy, no sólo estoy
menos ansiosa, sino que procuro no criticar ni hablar mal de los demás,
más bien ayudar en lo que pudiere”, dice.
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