Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

mismo donde él pasó la mayor parte de su vida atendiendo personas, el
Grupo Espírita de la Prece, en Uberaba, Minas Gerais. Cerca de un centenar
de coronas de flores adornaban el local. Chico Javier vivía un momento
especial al morir: el 8 de julio, completaría 75 años de mediumnidad. El
entierro será a las 17 horas de hoy.
En algunos momentos, ayer, la triste mas serena fila de gente del
pueblo llegaba a cuatro kilómetros, bajo un calor abrazador. El actor Caio
Blat y su esposa Ana, que el sábado pasaron el día con Chico Xavier,
permanecieron todo el tiempo al lado del féretro. “La mayor alegría que él
mostró el sábado fue cuando le dijo a su hijo del corazón, Eurípedes, que
se estaba yendo en paz”, comentó Caio.
Ana resaltó la bondad de Chico Xavier. “Perdemos el mejor ejemplo
de hombre cristiano”, dijo. Para ella, la vida sufrida que tuvo en la infancia,
la dedicación a los pobres y la renuncia a los bienes materiales “son los
mayores ejemplos que él deja para la humanidad”.
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz ronca, Josiane de Faria
Alberto, que ayudaba en las labores de la cocina de Chico Xavier, recordó
que ahora entiende el motivo porque en los últimos días Chico agradecía
tanto por todo lo que recibía. “Bastaba darle un vaso de agua que venía el
agradecimiento: ‘Jesús te va a bendecir. Muchas gracias’”.
De hábitos sencillos, Chico jamás exigió una comida especial.
“Comía de lo que había en la mesa”. En los últimos meses, se alimentaba
apenas de comidas líquidas, vitaminas y sopa de legumbres. “Mas nunca
reclamó”, finalizó Josiane.
Chico Xavier dejó registrado en notaría y fue atendido: quería un
velorio sencillo, en el lugar donde trabajó y atendió a personas del todo el
mundo, el Grupo Espírita de la Prece. También quería ser enterrado en
Uberaba, y el deseo fue mantenido. El entierro este martes, a las 17 horas,
en el Cementerio San Juan Bautista, en Uberaba, sin pompas. Apenas un
carro del Cuerpo de Bomberos, en un corto trayecto de cinco kilómetros.
El médium no era muy dado a ver televisión. No quiso acompañar la final
de la Copa del Mundo. Haciendo otras tareas fue informado del resultado.
El domingo por la tarde, llamó al enfermero que diariamente le
acompañaba, para que le afeitase, pero él no estaba y la respuesta de Chico
fue rápida e intrigante: “No va a dar tiempo”.
ANUARIO ESPÍRITA 23