Anuario Espírita 2003 - Federación Espírita Española

porcentaje de agentes “R”, de naturaleza destructiva, en nosotros y a nuestro
alrededor, exógenos y endógenos, susceptibles de fijarnos, por tiempo
indeterminado, en deplorables laberintos de la desarmonía mental.
En muchas ocasiones, nuestra conducta puede ser nuestra
enfermedad, así como nuestro comportamiento puede representar nuestro
restablecimiento y curación.
Para sanar la obsesión en los otros y en nosotros mismos, es preciso
controlar los agentes “R” que estamos emitiendo.
El pensamiento es una fuerza que determina, establece, transforma,
edifica, destruye y reconstruye.
En él, al influjo divino, reside la génesis de toda la Creación.
Así, respetemos la dieta del Evangelio, procurando erguir un
santuario de principios morales respetables para nuestras manifestaciones
de cada día.
Y protegiéndonos contra la alergia y la obsesión de cualquier
procedencia, atendamos al sabio consejo de Pablo, el gran convertido,
cuando advierte a los cristianos de la Iglesia de Filipos:
–“Todo lo que es verdadero, todo lo que es honesto, todo lo que es
noble, todo lo que es puro, todo lo que es santo, sea, en cada hora de la
vida, la luz de nuestros pensamientos”.
(Tomado de Instrucciones Psicofónicas, Francisco Cândido Xavier, Diversos
Espíritus, Organizado por Arnaldo Rocha, Federación Espírita Brasileña, Rio de Janeiro,
Brasil)
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