recuperando el control de nuestras vidas - Instituto de la Mujer
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Elena: “Le pedía perdón, yo le pedía perdón a él”.<br />
Elena: “Si… <strong>el</strong> tema era que… que, que aquí no pasara, no pasara nada que…<br />
que todo fuese bien entonces… yo le pedía perdón si me había cal<strong>la</strong>do, pues le<br />
pedía perdón por haberme cal<strong>la</strong>do y… y bueno, no pasa nada, siempre<br />
intentaba, esto no… no es significativo no es importante, no… no ha pasado<br />
nada, borrón y cuenta nueva y yo voy a olvidar lo que ha pasado y… y los<br />
insultos y los gritos y pero yo ya ahí empecé yo a ser madre <strong>de</strong> él ¿no? y<br />
entonces yo actúo <strong>de</strong>… <strong>de</strong> madre y digo bueno: “pues nada, no te preocupes<br />
que aunque nada más que llevemos un año saliendo pero lo montamos todo y<br />
nos casamos y tú ya pue<strong>de</strong>s salir <strong>de</strong> tu casa. Y aquí está <strong>la</strong> Elena para… para<br />
cuidarte y darte todo lo que tú necesites y tú verás como todo sale bien”. Lo que<br />
es tú ir anu<strong>la</strong>ndo tu vida <strong>de</strong>cir mi vida es él y mi vida es su vida”.<br />
Carolina: “Yo me lo tenía que comer. “Bueno es verdad, es verdad, es verdad, es<br />
verdad lo disculpa, lo disculpa, lo disculpa y bueno lo perdonas”.<br />
Carolina: “Porque yo a<strong>de</strong>más a mi madre siempre intentaba ponerle <strong>la</strong> mejor<br />
cara pero yo por mi parte siempre he intentado, ocultárs<strong>el</strong>o o suavizárs<strong>el</strong>o lo más<br />
posible. Entonces siempre pensaba que mi madre no sufriera”.<br />
María: “Yo pensaba en aqu<strong>el</strong><strong>la</strong> barriga, en que todo fuera bien en no estresar<strong>la</strong><br />
“ya tendré tiempo <strong>de</strong> arreg<strong>la</strong>rlo <strong>de</strong>spués vamos a ver que todo esto salga bien ya<br />
luego veré”. “Lo que pasa es que te engañas”.<br />
María: “Lo primero son nuestros hijos <strong>la</strong> custodia <strong>de</strong> nuestros hijos <strong>la</strong><br />
alimentación <strong>de</strong> nuestros hijos, tú tú tú, te importan tus hijos tal cual sí se<br />
justifica. “Bueno si me tiene que matar que me mate pero mi hija tiene que<br />
comer”.<br />
Como se pue<strong>de</strong> ver en los extractos presentados, este sacrificio<br />
personal en favor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas que componen <strong>la</strong> familia, marido, padres,<br />
hijos e hijas está teñido <strong>de</strong> connotaciones culturales acerca <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser<br />
una buena mujer, madre y esposa. Profundizaremos en <strong>la</strong> importancia <strong>de</strong> los<br />
valores culturales a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> analizar los extractos d<strong>el</strong> próximo indicador,<br />
Congruence.<br />
Veamos ahora algunos ejemplos <strong>de</strong> Commitment –, que, como se ha<br />
afirmado anteriormente, po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar como indicador <strong>de</strong> una<br />
recuperación <strong>de</strong> los espacios y tiempos personales, indispensables para <strong>la</strong><br />
reconstrucción <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ntidad personal quebrantada por <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong><br />
violencia. Concretamente se presentan ahora los indicadores r<strong>el</strong>ativos a <strong>la</strong> fase<br />
<strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión:<br />
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