recuperando el control de nuestras vidas - Instituto de la Mujer
recuperando el control de nuestras vidas - Instituto de la Mujer
recuperando el control de nuestras vidas - Instituto de la Mujer
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pero tú no te preocupes que yo he dicho que no, que tú no has tenido nada que<br />
ver”<br />
3.2.4 Escon<strong>de</strong>rse d<strong>el</strong> agresor<br />
En algunos momentos d<strong>el</strong> proceso, <strong>la</strong>s mujeres necesitan escon<strong>de</strong>rse<br />
puntualmente porque son conscientes <strong>de</strong> que en ese instante se ven en un<br />
p<strong>el</strong>igro extremo<br />
Mónica: “Yo lo que hice fue escon<strong>de</strong>rme en un chalet, yo vi <strong>la</strong>s puertas abiertas<br />
<strong>de</strong> un chalet y me escondí, entonces al momento le oí con <strong>el</strong> coche para<br />
buscarme”.<br />
Elena: “Unos días vivía en casa <strong>de</strong> mi jefa, otros días vivía en casa <strong>de</strong> mi<br />
monitora…estuve quince días en casa <strong>de</strong>, en A. en casa <strong>de</strong> mi madre, menos<br />
mal que tuve <strong>la</strong> complicidad <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> d<strong>el</strong>egación…”<br />
Mónica: “Yo todo este tiempo me quedé encerrada en mi casa sin salir para<br />
nada… yo encerrada en mi casa, cerré hasta <strong>la</strong>s persianas porque yo le <strong>de</strong>cía<br />
“no, estoy en <strong>el</strong> banco haciendo gestiones”.<br />
3.2.5 Simu<strong>la</strong>r pasividad<br />
Son aqu<strong>el</strong><strong>la</strong>s momentos puntuales don<strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres aparentemente se<br />
aguantan, permanecen quietas o cal<strong>la</strong>das, aunque en realidad están esperando<br />
<strong>el</strong> momento oportuno para actuar, o bien se han convencido <strong>de</strong> que respon<strong>de</strong>r<br />
en ese momento les pue<strong>de</strong> generar consecuencias negativas aún peores. Este<br />
modo <strong>de</strong> actuar les permite pasar <strong>de</strong>sapercibida y ganar tiempo. Pero en<br />
cualquier caso esto no implica que <strong>el</strong><strong>la</strong>s no sean conscientes d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro o que<br />
se hayan resignado. A veces, esta aparente quietud tiene como objeto retardar<br />
<strong>el</strong> momento <strong>de</strong> actuación a pesar <strong>de</strong> que hayan tomado ya <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> irse.<br />
Patricia: “(…) esa fue <strong>la</strong> gota que colmó <strong>el</strong> vaso, sí. Yo estuve dos o tres días allí<br />
porque él <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> eso, <strong>de</strong> esas agresiones, se ponía a llorar, a pedirme<br />
perdón. Después <strong>de</strong> esa agresión pues <strong>de</strong>cidí abandonarlo, pero yo lo tenía que<br />
hacer <strong>de</strong> <strong>la</strong> manera en que yo no saliera lesionada, entonces yo me tiré varios<br />
días pensando en cómo hacerlo para que él me <strong>de</strong>jara marchar sin ningún daño”.<br />
María: “(…) mucha gente diciendo no lo <strong>de</strong>nuncies, no lo <strong>de</strong>nuncies. Y yo no<br />
podía <strong>de</strong>nunciar porque perdía más <strong>de</strong>nunciando en ese momento que<br />
esperando un poco, ¿me entien<strong>de</strong>s?”.<br />
65