Descarga - Esteyco Energia
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P R Ó L O G O<br />
La senda del arte<br />
La manifestación de la energía mental a través del arte, su trascendencia para la humanidad<br />
es más difícil de cuantifi car. No se puede hablar de millones de creyentes, ni tampoco<br />
de los benefi cios materiales que nos han reportado, como sucede con la ciencia y la<br />
tecnología. Su infl uencia en los cambios sociales e incluso en la conciencia personal es<br />
menos directa, más sutil. Por otra parte la aportación de esta clase de energía mental, se<br />
puede considerar, simplifi cando mucho, individual. El genio crea en soledad (otra cosa<br />
es la succión y asimilación cultural que lo hace posible). Así es que puesto que no vemos<br />
forma de “medir” la repercusión del arte en la sociedad, renunciaremos a marcar hitos<br />
“energéticos”. Se podría quizá marcar hitos cualitativos que serían las grandes obras de<br />
arte reconocidas por todos.<br />
Cabe otra posibilidad; si como afi rma Borges, la religión, más concretamente la teología,<br />
es una parte de la literatura, más concretamente de la novelística, podríamos integrar en<br />
el fenómeno artístico el religioso y tomar como hitos de la energía mental, vía artística,<br />
los citados anteriormente.<br />
En todo caso es indiscutible la relación entre religión y arte, los grandes libros que están<br />
en el origen de algunas de las religiones más importantes: Los Vedas, La Biblia, El Tao<br />
Te Ching, o el Coran son extraordinarias obras literarias. Por otra parte si las cumbres<br />
del sentimiento religioso son los místicos, su obra inspirada por Dios o no, no deja de<br />
ser gran literatura.<br />
El árbol de la Ciencia<br />
Ahora vamos a perseguir la transformación de la energía mental por el camino de la<br />
ciencia, para lo cual debemos regresar de nuevo al hito del Homo Sapiens (160.000 años<br />
atrás) o de forma más imaginativa instalarnos en el Jardín del Edén. “Y como viese la<br />
mujer que el árbol era bueno para comer, hermoso a la vista y deseable para alcanzar la<br />
sabiduría, tomó su fruto y comió…” dice la Biblia. (Tal vez el Homo Sapiens era una<br />
mujer y además negra)<br />
Tengo que reconocer que mi argumentación para “demostrar” la afi rmación de partida:<br />
Todo es energía, resulta muy peculiar. He jugado con las palabras, manipulado conceptos,<br />
discriminado hechos etc. No estoy muy seguro de que este método no haya sido utilizado<br />
por algunas “autoridades” en ciencias como la política, la historia, la fi losofía, la teología<br />
o la sociología, pero nunca por las autoridades en ciencias en las que la verifi cación<br />
empírica resulta determinante. Por esta razón prefi ero considerar la ciencia como un<br />
gran árbol “hermoso a la vista y deseable para alcanzar la sabiduría”, pero en el que unas<br />
ramas son más robustas y fi ables que otras, y entre estas últimas está la que podríamos<br />
llamar tecnológico científi ca. Al utilizar esta rama y ser más rigurosos, por coherencia<br />
con ella, en vez de hablar de los Hitos de la Energía debemos hablar de los:<br />
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