15.05.2013 Views

Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres

Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres

Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pío<br />

Baroja A v i r a n e t a o l a v i d a d e u n c o n s p i r a d o r<br />

II<br />

LA JUVENTUD<br />

SU tío Fermín Esteban Ibargoyen tenía en Irún <strong>un</strong>a pequeña tienda en <strong>la</strong> calle Mayor, <strong>de</strong> esas<br />

tiendas <strong>de</strong> pueblo en <strong>la</strong>s que se encuentra <strong>de</strong> todo. Vivía con dos sobrinas solteras que estaban<br />

siempre en el mostrador.<br />

El ten<strong>de</strong>ro, egoísta perfecto, recibió a <strong>Aviraneta</strong> con cierta amabilidad socarrona; le advirtió que<br />

esperaba que no haría ning<strong>un</strong>a simpleza, y que cuanto más juicioso se mostrara más libertad le<br />

daría.<br />

Le dijo, a<strong>de</strong>más, como su madre había recomendado, que asistiera a <strong>un</strong> colegio, y pensaba llevarle<br />

al <strong>de</strong> don Mariano Arizmendi, que enseñaba a muchachos <strong>de</strong> su edad nociones <strong>de</strong><br />

Matemáticas y <strong>de</strong> Física, teneduría <strong>de</strong> libros y francés, y que podía ir a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> o no ir, que él no<br />

pensaba hacer indagaciones acerca <strong>de</strong> su conducta.<br />

El maestro, don Mariano Arizmendi, fue <strong>un</strong> amigo para <strong>Aviraneta</strong>. Hombre religioso, pero no<br />

intransigente, poseía bastante dinero para vivir, y daba <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses por afición. Le encantaba que<br />

algún muchacho dé familia pobre le pidiera asistir a sus c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> bal<strong>de</strong>.<br />

Al cabo <strong>de</strong> algún tiempo en Irún, el joven madrileño perdió por completo su acento <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s Vistil<strong>la</strong>s, y fue adquiriendo <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r y <strong>la</strong>s costumbres <strong>de</strong> <strong>un</strong> vascongado.<br />

—Eugenio se va aviranetizando —<strong>de</strong>cía, en broma, su maestro don Mariano.<br />

El seg<strong>un</strong>do verano <strong>de</strong> estar en Irún, su tío Fermín Esteban, que tenía parientes en Bayona, mandó<br />

al chico a esta ciudad a pasar <strong>un</strong>a temporada.<br />

Estos parientes a cuya casa fue eran pequeños comerciantes, furib<strong>un</strong>dos realistas; todas <strong>la</strong>s<br />

noches se rezaba por el alma <strong>de</strong> Luis XVI y <strong>de</strong> María Antonieta, y se le l<strong>la</strong>maba a Napoleón<br />

Buonaparte.<br />

Tenían <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a absurda <strong>de</strong> España, consi<strong>de</strong>rándo<strong>la</strong> como país <strong>de</strong> leyenda, y hacían a Eugenio<br />

preg<strong>un</strong>tas que le <strong>de</strong>jaban completamente asombrado.<br />

Allí se hizo Eugenio masón; <strong>la</strong> logia estaba en <strong>un</strong>a casa entre <strong>la</strong> calle <strong>de</strong> Bourgneuf y <strong>la</strong> que hoy<br />

se l<strong>la</strong>ma Laffite. La ceremonia <strong>de</strong>l ingreso en <strong>la</strong> masonería no tuvo nada <strong>de</strong> particu<strong>la</strong>r: los jefes le<br />

hicieron alg<strong>un</strong>as preg<strong>un</strong>tas y <strong>de</strong>spués le presentaron a distintas personas, entre <strong>la</strong>s cuales había<br />

varios españoles. Des<strong>de</strong> aquel día trabó <strong>Aviraneta</strong> re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> amistad con muchos republicanos<br />

franceses y con emigrados compatriotas que se re<strong>un</strong>ían por <strong>la</strong> noche en <strong>la</strong> logia y <strong>de</strong> día en <strong>la</strong><br />

librería <strong>de</strong> Gosse.<br />

Allí conoció a Rafael Martínez, el ex jesuita; al ex fraile Arrambi<strong>de</strong>, que escribió El amante <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s leyes y el rey; a Hevia, a Santibáñez, a Eguía, a Pedro Beúnza y a su padre, a cuya casa iban a<br />

tomar café. El padre y el hijo fueron <strong>de</strong> los que más trabajaron y con más entusiasmo por <strong>la</strong><br />

Constitución <strong>de</strong>rrocada en 1814 y 1823.<br />

Entre estos emigrados se conservaba el recuerdo <strong>de</strong> nuestros compatriotas que habían<br />

pertenecido durante el terror al Club Jacobino <strong>de</strong> Bayona. De quien más anécdotas se contaban era<br />

<strong>de</strong>l abate Marchena.<br />

Hubiera vivido muy a gusto Eugenio entre aquellos emigrados españoles que tenían sus ten<strong>de</strong>ncias<br />

y sus entusiasmos políticos; pero <strong>la</strong>s vacaciones se terminaban y había que volver a Irún.<br />

Des<strong>de</strong> entonces sintió gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> instruirse, y como en Irún era dificil adquirir libros, los<br />

pedía a Bayona. En su cuarto <strong>de</strong> casa <strong>de</strong>l ten<strong>de</strong>ro se <strong>de</strong>dicaba <strong>Aviraneta</strong> a leer y a pensar en<br />

cuestiones políticas; cada día se sentía más republicano; Dantón y Robespierre eran sus héroes<br />

favoritos.<br />

Entonces <strong>de</strong>cidió f<strong>un</strong>dar en Irún <strong>un</strong>a sociedad secreta. Se re<strong>un</strong>ieron cinco muchachos. La<br />

12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!