Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pío<br />
Baroja A v i r a n e t a o l a v i d a d e u n c o n s p i r a d o r<br />
mando.<br />
El comienzo <strong>de</strong>l año 9 lo pasaron así, en ejercicios y en maniobras, interrumpidos por alg<strong>un</strong>a que<br />
otra escaramuza.<br />
En marzo <strong>de</strong>seaba el director <strong>de</strong> <strong>la</strong> J<strong>un</strong>ta <strong>de</strong> Burgos dar principio a <strong>la</strong>s operaciones en cierta esca<strong>la</strong>,<br />
y avisaron a Merino <strong>la</strong> inmediata salida <strong>de</strong> varios correos franceses <strong>de</strong>tenidos en aquel<strong>la</strong><br />
capital. Con ellos iba <strong>un</strong>a berlina con sacos <strong>de</strong> dinero para pagar a <strong>la</strong>s tropas, dos furgones con<br />
pólvora y varios otros carros escoltados por <strong>un</strong>os ochenta o noventa dragones. Merino <strong>de</strong>cidió<br />
apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong> <strong>la</strong> presa. Apostó sus hombres a <strong>un</strong> <strong>la</strong>do y a otro <strong>de</strong>l camino, <strong>de</strong> manera que pudieran<br />
cruzar sus fuegos, y or<strong>de</strong>nó al Brigante que quedara en <strong>un</strong> carrascal próximo a <strong>la</strong> carretera y no<br />
apareciese con su gente hasta pasadas <strong>la</strong>s primeras <strong>de</strong>scargas. Estuvieron ocultos los <strong>de</strong>l escuadrón<br />
como les habían mandado, sin ver lo que ocurría. Sonaron <strong>la</strong>s primeras <strong>de</strong>scargas, corto momento<br />
<strong>de</strong> fuego, y cruzaron por <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> ellos cuatro o cinco carros al galope con los acemileros<br />
azotando a los caballos.<br />
En esto les dieron <strong>la</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> salir a <strong>la</strong> carretera; aparecieron a <strong>un</strong> cuarto <strong>de</strong> legua <strong>de</strong>l sitio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
pelea. Se formaron allí y se <strong>la</strong>nzaron al galope.<br />
Los franceses, al divisarles, se parapetaron <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> sus carros, disparando. Ellos embestían,<br />
retrocedían, acuchil<strong>la</strong>ban a los que se les ponían por <strong>de</strong><strong>la</strong>nte.<br />
Los guerrilleros, emboscados, hacían fuego certero y terrible; pero los franceses no se rendían.<br />
El Brigante, <strong>Aviraneta</strong> y otros dos o tres luchaban en primera línea con <strong>un</strong> grupo <strong>de</strong> soldados<br />
imperiales que se <strong>de</strong>fendían a <strong>la</strong> bayoneta.<br />
En esto se oyó <strong>un</strong> grito que les a<strong>la</strong>rmó, y los franceses se irguieron, levantando los fusiles y dando<br />
vivas al emperador.<br />
<strong>Aviraneta</strong> se <strong>de</strong>tuvo a ver qué pasaba. De pronto oyó como <strong>un</strong> trueno que se acercaba. Miró alre<strong>de</strong>dor;<br />
estaba solo. Un escuadrón francés llegaba al galope a salvar a los <strong>de</strong>l convoy atacado.<br />
<strong>Aviraneta</strong> quedó paralizado, sin vol<strong>un</strong>tad. Afort<strong>un</strong>adamente para él, el amontonamiento <strong>de</strong><br />
carros y furgones <strong>de</strong>l camino impidió avanzar a <strong>la</strong> caballería enemiga; si no hubiera perecido<br />
arrol<strong>la</strong>do. Cuando reaccionó y tuvo <strong>de</strong>cisión para escapar se encontró seguido <strong>de</strong> cerca por <strong>un</strong><br />
dragón francés, que le daba gritos <strong>de</strong> que se <strong>de</strong>tuviera. ¡Qué pánico! Afort<strong>un</strong>adamente, su caballo<br />
saltaba mejor que el <strong>de</strong>l francés por encima <strong>de</strong> <strong>la</strong>s piedras y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s matas, y pudo salvarse.<br />
Cuando se re<strong>un</strong>ió con los suyos le recibieron con gran<strong>de</strong>s extremos. Creían que le habían<br />
matado. Como es natural, no confesó el miedo que le había impedido escapar, y atribuyeron su<br />
tardanza al ardor bélico que le dominaba.<br />
Esta primera escaramuza le impresionó bastante.<br />
A Juan, el Brigante, y a los <strong>de</strong>l escuadrón les hubiera gustado luchar con los franceses en número<br />
igual para probar <strong>la</strong> fuerza y <strong>la</strong> dureza <strong>de</strong> los guerrilleros; pero Merino no atacaba más que<br />
emboscado y cuando contaba con doble número <strong>de</strong> gente que el enemigo.<br />
La victoria <strong>de</strong> los españoles era cuestión <strong>de</strong> tiempo.<br />
Lo <strong>de</strong>más le parecían simplezas y ganas ridícu<strong>la</strong>s <strong>de</strong> figurar. En cambio, <strong>Aviraneta</strong> encontraba su<br />
guerra ratera y baja.<br />
Mientras esto ocurría, Napoleón había entrado en Burgos el día <strong>de</strong> San Martín y permanecía<br />
hasta el 22 <strong>de</strong> noviembre, en que salió para Madrid. Antes <strong>de</strong> su marcha nombró autorida<strong>de</strong>s,<br />
echando mano <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pocas personas que creía afectas a su causa.<br />
En sustitución <strong>de</strong>l Ay<strong>un</strong>tamiento formó <strong>un</strong> cuerpo que l<strong>la</strong>mó J<strong>un</strong>ta <strong>de</strong> M<strong>un</strong>icipalidad y gobierno,<br />
y para componer esta J<strong>un</strong>ta <strong>de</strong>signó a <strong>la</strong>s personas siguientes:<br />
Corregidor, don Juan Pérez <strong>de</strong> Ceballos; procurador mayor, don Juan Fernán<strong>de</strong>z Helguera;<br />
diputados: don Pablo Merino y Olmos, don Felipe <strong>Aviraneta</strong>, padre <strong>de</strong> nuestro protagonista; don<br />
Manuel Ordóñez Esteban y don Tomás <strong>de</strong> <strong>la</strong> Puente; secretario, don Manuel Vivanco.<br />
Se instaló esta J<strong>un</strong>ta en el Consistorio y tomó posesión <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad en el día 24 <strong>de</strong><br />
noviembre, ausente ya Napoleón, siendo su primer acuerdo el <strong>de</strong> celebrar sesión todos los días y el<br />
<strong>de</strong> pedir garantías para <strong>la</strong> seguridad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas.<br />
21