Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Aviraneta, o la vida de un conspirador - AMPA Severí Torres
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pío<br />
Baroja A v i r a n e t a o l a v i d a d e u n c o n s p i r a d o r<br />
XLVI<br />
EN TOLOSA DE FRANCIA<br />
AL poco tiempo <strong>de</strong> estar en Toulouse, <strong>un</strong> inspector <strong>de</strong> policía, M. Labrière, se <strong>de</strong>dicó a<br />
perseguirle y a molestarle a todas horas. Mandaba a sus agentes que no le <strong>de</strong>jaran ni a sol ni a<br />
sombra y se enteraran <strong>de</strong> todos cuantos sitios frecuentaba el <strong>conspirador</strong>.<br />
Este escribió al marqués <strong>de</strong> Miraflores, embajador <strong>de</strong> España en París, para que trabajara con el<br />
Gobierno francés y cesara <strong>la</strong> persecución. Miraflores, sin duda, influyó, y le <strong>de</strong>jaron en paz. Pudo<br />
observar cómo intrigaban todavía los carlistas, favorecidos por los agentes <strong>de</strong>l legitimismo francés.<br />
Don Carlos maniobraba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hotel Panette, <strong>de</strong> Bourges. Él perdió al con<strong>de</strong> <strong>de</strong> España,<br />
<strong>de</strong>stituyéndolo y entregándolo a sus enemigos. No quiso permitir que su hijo Carlos Luis entrase en<br />
Aragón, como <strong>de</strong>seaba Cabrera, para animar a los carlistas, por miedo <strong>de</strong> ser ol<strong>vida</strong>do y <strong>de</strong> que su<br />
hijo le <strong>de</strong>sbancara por completo.<br />
Los carlistas españoles seguían divididos en puros, a quienes también l<strong>la</strong>maban obisperos, y<br />
mo<strong>de</strong>rados o marotistas. Puros era el nombre que se daban a sí mismos los <strong>de</strong> su bando. Los<br />
contrarios les l<strong>la</strong>maban obisperos. En el otro <strong>la</strong>do ellos se calificaban <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rados y sus enemigos<br />
les <strong>de</strong>cían marotistas.<br />
Tras el Covenio <strong>de</strong> Vergara, se hicieron nuevos esfuerzos para reanudar <strong>la</strong> guerra.<br />
Se pretendió que se sublevaran Navarra y <strong>la</strong>s Vascongadas; pero el intento <strong>de</strong> Alzaá y el <strong>de</strong><br />
Balmaseda no tuvieron el menor éxito.<br />
Don Carlos tenía varios agentes en <strong>la</strong>s capitales francesas cercanas a <strong>la</strong> frontera, que trabajaban<br />
por su causa.<br />
En Bourges, madame <strong>de</strong> Noray, alojada en <strong>la</strong>s Orfelinas, recibía <strong>la</strong> correspon<strong>de</strong>ncia que estos<br />
agentes enviaban a Don Carlos.<br />
Los extranjeros seguían trabajando con entusiasmo por el absolutismo.<br />
En Francia, entre el elemento liberal, se maniobraba y se intrigaba también en contra <strong>de</strong>l carlismo.<br />
<strong>Aviraneta</strong> <strong>de</strong>cidió comenzar lo más pronto posible sus operaciones en Francia; su primera<br />
maniobra fue escribir <strong>un</strong>a carta a Arias Teijeiro, ministro <strong>de</strong> Don Carlos. Arias seguía en Berga, al<br />
parecer en buenas re<strong>la</strong>ciones con <strong>la</strong> J<strong>un</strong>ta <strong>de</strong> Cataluña.<br />
Firmó esta carta con su nombre <strong>de</strong> guerra <strong>de</strong> falso legitimista francés: Dominique Etchegaray.<br />
Escribió <strong>la</strong> carta con mucho cuidado, diciéndole que era el mismo que había avisado a Don<br />
Carlos <strong>la</strong> traición <strong>de</strong> Maroto. Añadía que podría darle muchos <strong>de</strong>talles importantes, pero que no<br />
eran para escribirlos en <strong>un</strong>a carta, y que era preferible que enviara a <strong>un</strong> agente a Francia, a<br />
Carcasona o a Tolosa, para que él pudiera contarle <strong>de</strong> pa<strong>la</strong>bra con toda c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle lo que se<br />
estaba preparando.<br />
Unos días <strong>de</strong>spués, Arias Teijeiro contestó a Dominique Etchegaray, dándole <strong>la</strong>s gracias por su<br />
celo y diciéndole que <strong>un</strong>a persona <strong>de</strong> su entera confianza se vería con él en Tolosa <strong>de</strong> Francia y le<br />
presentaría para darse a conocer, como contraseña, <strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> <strong>la</strong> tarjeta que le enviaba en <strong>la</strong> carta.<br />
Quince días <strong>de</strong>spués recibió <strong>un</strong>a carta firmada por el cirujano Ferrer, diciéndole que estaba en<br />
Carcasona y que le esperaba en el hotel <strong>de</strong>l Ángel, y que cuando fuera a verle preg<strong>un</strong>tara por el<br />
doctor catalán.<br />
Tomó don Eugenio inmediatamente <strong>la</strong> diligencia y se fue a Carcasona. Preg<strong>un</strong>tó en <strong>la</strong> fonda por<br />
el doctor catalán y le indicaron el cuarto.<br />
Ferrer estaba bien vestido. Era hombre pletórico y alcoholizado, <strong>la</strong> cara roja, con alg<strong>un</strong>as<br />
137