DOCUMENTOS DISCIPLINARES Y NORMATIVOS VIGENTES
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Sangre del Señor» 5 .<br />
OFICINA DE PASTORAL - ARZOBISPADO DE LIMA<br />
b. En la Sagrada Comunión distribuida bajo las dos especies, el fiel NO puede<br />
acceder con su propia forma, que recibió en la mano, a realizar la intinción en el<br />
cáliz sostenido por el sacerdote o el diácono 6 . No es por tanto conforme a las normas<br />
litúrgicas una práctica no raramente empleada en comunidades de religiosos<br />
y de religiosas, que toman por sí mismos la hostia y después la mojan en el cáliz.<br />
7. PATENAS EUCARÍSTICAS.<br />
Finalmente se pide que en toda celebración eucarística en el momento en que se va a<br />
distribuir la Sagrada Comunión, haya acólitos y/o monaguillos suficientes asistiendo al<br />
ministro de la comunión con una patena eucarística. De esta manera se evitará el peligro<br />
que la hostia o alguna de sus partículas puedan caer al piso. El Cuerpo de Cristo está<br />
presente también en cada una de las partes del pan consagrado por pequeña que ésta<br />
pueda ser.<br />
Recientemente el Santo Padre Juan Pablo II ha escrito que «La sagrada Eucaristía, contiene<br />
todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan<br />
de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo…El tesoro es demasiado<br />
grande y precioso como para arriesgarse a que se empobrezca o hipoteque por<br />
experimentos o prácticas llevadas a cabo sin una atenta comprobación por parte de las<br />
autoridades eclesiásticas competentes…Por tanto, siento el deber de hacer una acuciante<br />
llamada de atención para que se observen con gran fidelidad las normas litúrgicas en la<br />
celebración eucarística. Son una expresión concreta de la auténtica eclesialidad de la<br />
Eucaristía; éste es su sentido más profundo».<br />
Confiando que el repaso de estas normas le sirva para instruir adecuadamente a sus ministros<br />
ordinarios y extraordinarios de la sagrada comunión, así como a todos sus fieles,<br />
aprovecho la oportunidad para renovarle los sentimientos de mi más alta estima en el<br />
Señor.<br />
5 Congregación para el Culto Divino, Revista “Notitiae”, Setiembre de 2002.<br />
6 Juan Pablo II, Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, nn. 1.51-52.<br />
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