DOCUMENTOS DISCIPLINARES Y NORMATIVOS VIGENTES
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<strong>DOCUMENTOS</strong> <strong>DISCIPLINARES</strong> Y <strong>NORMATIVOS</strong> <strong>VIGENTES</strong><br />
2. Desde siempre la música sagrada, tanto en su texto como en su forma musical, ha<br />
constituido una parte integral de la liturgia de la Iglesia. Su función es la de ayudar a los<br />
creyentes a alabar al Señor, a expresar y compartir el don de la fe, y a nutrir y fortalecer<br />
su compromiso de vida cristiana. La música sagrada debe fomentar el clima de oración y<br />
de unidad fraterna.<br />
3. Por ello entre los muchos signos y símbolos usados por la Iglesia para celebrar su<br />
fe, la música es de importancia preeminente. Como canto sagrado unido a las palabras<br />
forma una parte necesaria e integral de la liturgia solemne. Sin embargo, la función de la<br />
música es “ministerial”, es decir, debe servir y nunca dominar. La música debe ayudar a<br />
los creyentes reunidos a expresar y compartir el don de la fe. Debe realzar los textos de<br />
modo que hablen más plena y efectivamente. La calidad del gozo y del entusiasmo que la<br />
música añade al culto de la comunidad no puede ser obtenida de otro modo. Finalmente,<br />
ella imparte un sentido de unidad a la asamblea y establece el tono adecuado para una<br />
celebración particular. De esta manera la música sagrada contribuye al fin del culto divino<br />
que es la gloria de Dios y la santificación de los fieles.<br />
4. Por todo lo dicho la música a emplearse en la liturgia es la “música sagrada”. Por ella<br />
se entiende “aquella que, creada para la celebración del culto divino, posee las cualidades<br />
de santidad y de perfección de formas. Con el nombre de música sagrada se designa aquí:<br />
el canto gregoriano, la polifonía sagrada antigua y moderna, en sus distintos géneros, la<br />
música sagrada para órgano y para otros instrumentos admitidos, y el canto sagrado popular,<br />
litúrgico y religioso” 7 .<br />
5. Para que la música sagrada pueda ser también litúrgica son necesarias entre otras las<br />
siguientes condiciones:<br />
a. Un texto que esté de acuerdo con la doctrina católica, más aún que esté tomado<br />
principalmente de la Sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas 8 .<br />
b. La correspondencia o íntima relación entre la música ejecutada y el rito y el<br />
tiempo litúrgico celebrado (una melodía navideña no sería litúrgica, si es cantada<br />
en cuaresma).<br />
c. El respeto de las rúbricas (no sería litúrgico, después de la primera lectura, un<br />
canto que no fuese un Salmo).<br />
d. La prudente y contenida duración del canto (la Santa Misa no es un concierto).<br />
Por tanto, toda música litúrgica es y debe ser sagrada, pero no necesariamente toda<br />
música sagrada es litúrgica.<br />
II. ALGUNOS DESACIERTOS A CORREGIR<br />
A continuación quisiéramos señalar algunos desaciertos más comunes—en los cuales<br />
7 Sagrada Congregación de Ritos, Instrucción Musicam Sacram, 5-3-67, n. 4.<br />
8 Ver Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium, n. 121.