DOCUMENTOS DISCIPLINARES Y NORMATIVOS VIGENTES
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ARZPASTORAL 020/2003<br />
OFICINA DE PASTORAL - ARZOBISPADO DE LIMA<br />
Lima, 15 de Octubre de 2003<br />
PARTICIPACIÓN DE LOS COROS EN LOS TEMPLOS<br />
-ORIENTACIONES-<br />
La Iglesia siempre ha tenido en gran estima a los coros, ya que un coro bien formado añade<br />
belleza y solemnidad a la liturgia y también ayuda y alienta a través del canto a que la<br />
asamblea congregada celebre de manera más plena, consciente y activa el misterio de la<br />
fe. Es bueno recordar que los que conforman los coros no son sólo aficionados a la música<br />
o profesionales que actúan, sino antes que nada son bautizados, es decir son creyentes ,<br />
jóvenes o niños—que cuando cantan en la acción sagrada celebran ellos mismos su fe y<br />
ayudan a que la comunidad participe mejor de la celebración litúrgica.<br />
Sin embargo, últimamente se viene constatando en algunas iglesias y templos de nuestra<br />
Arquidiócesis, que algunos coros, por falta de una adecuada formación en la naturaleza<br />
de la liturgia, caen en algunos desaciertos durante las celebraciones litúrgicas, sobre todo<br />
con ocasión de la celebración del sacramento del matrimonio y de las misas por diversas<br />
necesidades, rituales y votivas. El presente documento busca ofrecer unas pistas de reflexión<br />
y algunos criterios de orientación para que los párrocos, capellanes y rectores de<br />
iglesias puedan orientar mejor la participación de los coros en sus templos, y así ayudar a<br />
que ellos contribuyan al esplendor de la liturgia.<br />
I. ALGUNOS CRITERIOS DE REFLEXIÓN<br />
1. Hay que recordar que los “templos” son lugares sagrados 5 , destinados por su consagración<br />
con carácter permanente a la celebración de los divinos misterios y donde se<br />
administran los sacramentos, en especial la Eucaristía.<br />
Los “templos” son verdaderamente la casa de Dios, y son los lugares donde mora el Señor<br />
en el Santísimo Sacramento del Altar. ¡Con cuánta más razón que el pueblo de Israel<br />
podemos nosotros hacer nuestras las palabras de la Sagrada Escritura!: “Qué amables son<br />
tus moradas, oh Señor de los ejércitos…Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa<br />
del Señor” 6 .<br />
Es por ello que las iglesias o templos no pueden ser considerados simplemente como<br />
lugares “públicos”, es decir, lugares donde se puede tener todo tipo de reuniones o hacer<br />
todo tipo de acciones. Cuando las iglesias se utilizan para finalidades distintas de la propia<br />
o en ellas se ejecutan acciones profanas se pone en peligro su naturaleza sagrada, con<br />
consecuencias negativas.<br />
5 Ver Sagrada Congregación para el Culto Divino “Carta sobre los conciertos en las iglesias”, 5-11-87, n. 5.<br />
6 Salmo 83,1; 121,1.<br />
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