Educación y deporte para una vida digna - Instituto Tecnologico ...

La escuela ofrecerá todos los días a los alumnos en proceso de formación y
aprendizaje ocasiones propicias, para acrecentar y enriquecer la singularidad y la
sociabilidad de su humanidad. La Escuela aprovechará el conocimiento gradual,
sistemático y amplio de las cualidades, habilidades y deficiencias de sus educandos,
para promover el cultivo de aquellas y facilitar la formación de actitudes, que les
permitan superar sus defectos. Así los dotará de una preparación remota y básica, para
el buen desempeño de tareas específicas en el mundo de las actividades económicas,
sociales y culturales. Además, los ayudará a tomar conciencia de que, para la práctica
de un oficio, la prestación de un servicio y el ejercicio de una profesión, es necesario no
solo tener aptitudes para los mismos, sino desarrollar una preparación técnica y una
determinación inteligente de realizarlos competentemente.
En esa misma línea de formación, las comunidades educativas han de contribuir
a la preparación sólida de los futuros ciudadanos, mediante enseñanzas efectivas, que
les permitan comprender la necesidad de observar y analizar las diversas situaciones
socioculturales, condicionantes de la existencia comunitaria, antes de organizarse y
actuar en grupos dispuestos a conseguir metas y objetivos, que apunten hacia la
transformación de su comunidad, en orden a mejorar los niveles de vida, según las
exigencias de la justicia. En este proceso los alumnos entenderán que es
imprescindible, para vivir un auténtico compromiso comunitario, el saber escuchar a los
otros, a los diferentes; debatir con serenidad, objetividad y profundidad los asuntos
públicos; fundar en el análisis verdadero la relación con la pluralidad, el respeto a la
diversidad y la aceptación de la voluntad mayoritaria en la toma de las decisiones
comunitarias. Todas las anteriores son condiciones “sine qua non”, para el ejercicio
solidario de una auténtica ciudadanía.
La voluntad de aprender es el hilo conductor del estudiante en el laberinto de su
aprendizaje y formación, pues sin ese querer la educación estaría condenada a la
esterilidad. Por eso toda escuela, que se precie de serlo, tiene como primera tarea
suscitar en los educandos el anhelo de aprender. Realizará la susodicha encomienda
mediante la generosa entrega, la dedicación, el testimonio gozoso y entusiasta de sus
maestros y directivos a favor de la educación de la niñez y juventud, por la
conformación de una atmósfera de alegría, amistad, libertad, responsabilidad, disciplina,
trabajo y aprendizaje. La Escuela fijará los objetivos de la formación, la metodología a
seguir y los medios para alcanzarlos, pero respetando siempre la dignidad de los
educandos, de los maestros y de los padres de familia.
El anhelo de aprender será el combustible impulsor de los niños, adolescentes y
jóvenes hacia la difícil maduración de sus personalidades. Los educandos asumirán el
proceso de su propia educación, cuando se experimenten motivados para emprender
con dedicación, constancia y hasta sacrificio, el desarrollo gradual de su saber, sentir,
imaginar y querer. La escuela sabrá generar y mantener en sus espacios un auténtico
ambiente de alegría y esperanza, para cobijar y acrecentar la alegría del hoy infantil y
juvenil. Un ambiente inspirado en: el amor, el respeto, la confianza y el orden, propiciará
el desarrollo de las inteligencias, el despliegue de las imaginaciones, la maduración de
los sentimientos y las relaciones, y la forja de las voluntades de los discípulos.
Primera Actualización
Programa Sectorial de Educación y Deporte para una Vida Digna
JALISCO 2030
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