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184<br />
La creación y la mirada<br />
imaginar que los límites <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> la persona están previamente<br />
configurados, son algo impuesto por el sistema. Los límites <strong>de</strong>l mundo<br />
son los límites <strong>de</strong>l lenguaje.<br />
Las formas míticas, verbalizaciones <strong>de</strong> la cultura 15 , que generan<br />
el espacio imaginario <strong>de</strong> la sociedad, son esencialmente su límite, un<br />
cerco que correspon<strong>de</strong> exactamente con la morfología <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n moral<br />
que permea a la ciudad en cualquier dirección. La ruptura <strong>de</strong>l diálogo,<br />
parar en seco a la verbalización interna y a la creación <strong>de</strong> categorías, es un<br />
paso indispensable para empezar a ver <strong>de</strong> nuevo a la ciudad. Esto implica<br />
accionar en medio <strong>de</strong> una percepción inmediata, crear un nuevo<br />
lenguaje que ignore los sustantivos, que, como la mente <strong>de</strong> Argos,<br />
opere en una acción configurada por verbos impersonales.<br />
El mundo visto por estos ojos se encontraría al margen <strong>de</strong> lo<br />
conocido, tal vez operando en un escenario extrañamente familiar pero<br />
tan lejano <strong>de</strong>l aquí y <strong>de</strong>l ahora como la escena <strong>de</strong> nuestros sueños.<br />
Empezar a ver el lugar <strong>de</strong> nuestra vida cotidiana <strong>de</strong> esta manera es<br />
abrir la realidad, tal como la conocemos, para generar una multitud<br />
gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> mundos paralelos, es cruzar en cualquier perpendicular a la<br />
ruta por la que todos cruzan sin que uno sea siquiera visto. Es la<br />
oportunidad <strong>de</strong> alcanzar un nuevo nivel <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong> viajero <strong>de</strong><br />
la ciudad: aquel que nos permita viajar por la infinidad <strong>de</strong> mundos que<br />
se inervan en este nudo <strong>de</strong>l espacio y <strong>de</strong>l tiempo que son las ciuda<strong>de</strong>s<br />
que habitamos.<br />
La ruptura <strong>de</strong>l diálogo interno, la acción en medio <strong>de</strong> un<br />
vertiginoso torbellino <strong>de</strong> impresiones, pue<strong>de</strong> interpretarse como un<br />
retraimiento <strong>de</strong> la conciencia hacia su estado más primitivo <strong>de</strong><br />
indiferenciación. Es como si, remontando la época <strong>de</strong>l sueño, el ser<br />
pudiera sumergirse en el caos oceánico original, es como si <strong>de</strong> pronto<br />
Eurínome <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> danzar para reposar en el tiempo <strong>de</strong> lo no<br />
formado, <strong>de</strong> la niebla primitiva, antes <strong>de</strong> que nada fuera nombrado 16 .<br />
Ver <strong>de</strong> nuevo el mundo en el que vivimos pue<strong>de</strong> ser una <strong>de</strong> las<br />
hazañas más importantes <strong>de</strong> nuestra conciencia, este pue<strong>de</strong> ser un fin<br />
15<br />
“El mito es un habla” (Barthes; 1980: 199).<br />
16<br />
En ese vacío <strong>de</strong> conciencia es fácil extraviarse. He observado al hacer etnografía que al<br />
cambiar <strong>de</strong> rol, al sumergirse en la realidad <strong>de</strong> una comunidad, es fácil que la propia<br />
i<strong>de</strong>ntidad, al ser substituida, se <strong>de</strong>bilite mucho. En ocasiones, el trabajo requiere <strong>de</strong> un<br />
gran control, pues, entre tantos cambios <strong>de</strong> rol el yo mismo pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse. El parar el<br />
diálogo interno pue<strong>de</strong> provocar un efecto similar, ya que <strong>de</strong>splaza el único vínculo que<br />
une con el mundo que conoce. Uno <strong>de</strong>be conocer al mundo en el que vive, conocerse a<br />
sí mismo, <strong>de</strong> tal forma que pueda resguardar su i<strong>de</strong>ntidad para recurrir a ella cuando se<br />
halle perdido, nunca <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> ella.