Download (1421Kb) - Universidad Autónoma de Nuevo León
Download (1421Kb) - Universidad Autónoma de Nuevo León
Download (1421Kb) - Universidad Autónoma de Nuevo León
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
24<br />
Crónicas <strong>de</strong> los viajeros <strong>de</strong> la ciudad<br />
cruzados por canales que simbolizaban los cuatro ríos celestiales. Esta<br />
imagen simbolizaba en sí misma al paraíso terrenal, que contenía todos<br />
los frutos <strong>de</strong> la tierra” (Narváez; 1997: 54). Graves (1987), por su<br />
parte, opina que esta imagen <strong>de</strong>l paraíso es una constante <strong>de</strong> las<br />
culturas <strong>de</strong>l mediterráneo <strong>de</strong> la era neolítica y <strong>de</strong> bronce en las que se<br />
representan por “islas llenas <strong>de</strong> huertos; la propia palabra paraíso<br />
<strong>de</strong>bería significar ‘huerto’” (Graves; 1987: 25).<br />
La vida en esta Casa antigua <strong>de</strong>l hombre, regalada por el<br />
Creador no tardaría en ser puesta a prueba y cuestionada. La crisis<br />
profunda <strong>de</strong>l pecado original y la expulsión <strong>de</strong>l paraíso que relatan las<br />
tradiciones Judía y Cristiana <strong>de</strong>l Medio Oriente no es otra cosa más<br />
que el constatar que el ser, que ha sido creado ‘a imagen y semejanza <strong>de</strong><br />
Dios’, pue<strong>de</strong> conocer <strong>de</strong>l bien y <strong>de</strong>l mal y no morir por ello (como le<br />
había sido advertido), es un <strong>de</strong>spertar a la separatidad <strong>de</strong> su ser con<br />
respecto al creador. En un gran número <strong>de</strong> tradiciones que tendremos<br />
tiempo <strong>de</strong> analizar en este libro, hechos similares <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprendimiento<br />
marcan el abandono <strong>de</strong> una época en la que el mundo era<br />
indiferenciado, quizá ininteligible, que era habitado por potencias<br />
superiores a la humana, en la que no existía el tiempo <strong>de</strong> lo cotidiano;<br />
para ingresar a una época en la que, según atestiguan las narraciones, el<br />
hombre es más dueño <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino, más consciente <strong>de</strong> su propio<br />
po<strong>de</strong>r para enten<strong>de</strong>r, habitar y propiciar la transformación <strong>de</strong> la obra<br />
<strong>de</strong> los antiguos formadores <strong>de</strong> la tierra.<br />
Es este hecho lo que probablemente provoca la mayor<br />
fascinación <strong>de</strong> las historias <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong>l mundo; el que la humanidad,<br />
situándose en el contexto <strong>de</strong> los seres sobrehumanos que tomaron lugar<br />
en estos eventos, pueda constatar su propio po<strong>de</strong>r creador. Ello anima<br />
a plantear que es posible pensar que estas historias <strong>de</strong>l origen son<br />
retratos <strong>de</strong> la propia capacidad <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> hacerse un mundo para<br />
sí, por lo que habrá que estudiarlos con cuidado ya que podrían<br />
ofrecernos pistas sobre cómo el ser humano pue<strong>de</strong> conocer, enten<strong>de</strong>r,<br />
imaginar y transformar su hábitat. Esta es la i<strong>de</strong>a central <strong>de</strong>l primer<br />
capítulo.<br />
Pero esta i<strong>de</strong>a encara algunos problemas. Habrá que <strong>de</strong>finir<br />
con claridad cómo es que se han imaginado los seres humanos que ha<br />
sido hecho el mundo, qué procesos y eventos se han sucedido en las<br />
historias <strong>de</strong> creación y cómo pue<strong>de</strong>n ser estas imágenes interpretadas<br />
en el contexto <strong>de</strong> la creación cotidiana <strong>de</strong> nuestro mundo; cómo