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Rodolfo Bongiovanni / Evandro Mantovani / Stanley Best / Alvaro Roel<br />

Sin duda, la representación gráfica de los datos tiene claras implicancias en la capacidad de<br />

entender mediante una primera aproximación cuáles son las posibles asociaciones que hay entre<br />

una determinada variable(s) y la calidad/rendimiento de un cultivo. De la misma forma, cuando<br />

ya se ha analizado la información, obteniendo determinados índices de asociación entre las<br />

variables y correlaciones de tipo espacial, la visualización de los datos en los mapas complementa<br />

dichos análisis desarrollados.<br />

En la Figura 8.1 se observan distintos tipos de mapas que pueden ser usados para representar un<br />

mismo conjunto de datos. Así, se puede observar un valor en particular dentro de un mapa de<br />

contornos en dos dimensiones ó “2D”, en donde la línea roja representa la ubicación de los datos<br />

iguales a “42” (Figura 8.1.a). De igual forma, este valor (o conjunto de valores) puede ser<br />

representado en el contexto de un “histograma de frecuencias” del conjunto de datos en cuestión<br />

(Figura 8.1.b), la que no corresponde a una representación geográfica, pero entrega información<br />

resumida de los rangos en los cuales se concentran los valores. Finalmente, el valor puede ser<br />

representado en un mapa de superficie, o de “tres dimensiones” (“3D”), en donde dicho valor<br />

está asignado a una determinada (“altura”), al haber adicionado un eje a la representación<br />

(Figura 8.1.e). En la Figura 8.1.e se puede ver fácilmente los sectores en donde la variable varía<br />

más abruptamente. Por otra parte, la Figura 8.1.c muestra en la región coloreada un rango de<br />

datos (dentro del que se encuentra el valor antes mencionado), que tiene su correspondencia en<br />

Figura 8.1.b y en Figura 8.1.d, que corresponde a un “mapa de contornos”. De esta forma,<br />

podemos señalar que una distribución numérica como en Figura 8.1.b puede encontrar un vínculo<br />

con las representaciones geográficas de la misma.<br />

Figura 8.1: Un histograma (distribución numérica) (b) está vinculada a un mapas de superficies (a, c, d, e),<br />

ya sean estos correspondientes a representaciones bidimensionales (a, d) o tridimensionales (c,<br />

e) de la variable bajo estudio (Berry, 1999).<br />

REPRESENTACIÓN DE MUESTREOS CONTINUOS Y DISCONTINUOS<br />

DE LAS VARIABLES<br />

Los datos a ser representados en un mapa pueden variar en su densidad de muestreo. Tal es el caso<br />

de los datos que son tomados en terreno para análisis de propiedades físicas de suelo o de<br />

concentraciones de fósforo, por ejemplo, en donde la captura se realiza considerando distintos<br />

tipos de grillas en el terreno (Figura 8.2). Tomando en consideración que dichos muestreos son<br />

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