Número 2 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Considerar el patrimonio cultural únicamente como construcciones arquitectónicas,
objetos y lugares materiales, limita la riqueza y la amplitud de
lo que los seres humanos requieren, puesto que “una cultura proporciona
los conocimientos, valores, símbolos que orientan y guían las vidas humanas”.
(Morin, 2002:50)
Revisar la lista del patrimonio mundial permite darse cuenta de esta
inclinación. Los datos de la UNESCO 2 muestran las 851 propiedades
del patrimonio mundial. Esta lista incluye 660 patrimonios culturales,
166 naturales y 25 mixtos donde los culturales son aquellos edificios
históricos y de gran relevancia social, los naturales son extensiones territoriales
que cuentan con recursos naturales abundantes, mientras que
los mixtos incluyen recursos naturales y construcciones. Asimismo,
hay esfuerzos por incluir tradiciones, costumbres, elementos simbólicos
como parte del patrimonio cultural. Sin embargo, la educación
queda fuera de estas consideraciones. El problema radica en aspectos
cruciales:
* Hoy en día la educación considera a la ciencia como el único
vehículo pertinente para crear, repetir, transmitir, conservar y
socializar los conocimientos establecidos. Las formas pedagógicas
usuales en la educación, las escuelas y las aulas, vienen a ser la reproducción
de los saberes consolidados en el tiempo. Este asunto
se refiere por un lado, al reconocimiento de que la sabiduría de la
humanidad se asienta en la educación formal y que ésta asegura
para las generaciones futuras una integración al mundo de la vida
y del trabajo, suficiente para una actuación ciudadana satisfactoria
para sí y los otros.
* Los saberes adquiridos a través del tiempo, en el contacto
con la vida cotidiana, separados de la educación formal, no son
tomados en cuenta como parte del acervo de conocimiento intuitivo
que da unidad a la vida en la interdependencia de sus
múltiples manifestaciones (Capra, 1992) con lo que se desestima
el valor de la experiencia personal y colectiva, mapa
referencial para el establecimiento de relaciones entre la interioridad
y la exterioridad de la vida.
* Sólo quienes cuentan con ciertas condiciones de educabilidad
pueden acceder a la educación. En este sentido,
la escuela se aleja de ofrecer una educación sobre la vida y
para la vida bajo la comprensión humana para todos y no
para una élite.
* En el caso de la educación mexicana, otra dificultad
radica en la conceptualización de lo que es educar. El
organismo rector (la Secretaría de Educación Pública,
SEP) define de manera general a la educación como un
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2 Lista publicada por la UNESCO en http://whc.unesco.org/en/list 09 de Noviembre de 2007.
e.nnova • Año I • Número 2 • enero-junio 2009
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