Número 2 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Así, las técnicas del entrapado, la poupée, el monotipo, los cambios de
tintas en cada prueba y la variedad de papeles, pronto se trasformaron en
los medios de estampación más empleados, hasta llegar a la casi descomposición
visual del dibujo de matriz, siendo más experimentales los artistas
como Lepic o Dêlatre, quienes además utilizaban la tinta china para
colorear por encima las pruebas de estampación.
Dos de las estampas que conforman
un total de ochenta y cinco,
realizadas mediante el método de
estampación del “Mobile Etching”
inventado por Lepic.
Vue des bords de l’Escaut, (1870-
1875). Aguafuerte.
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El entrapado es, en cierto modo, el primer peldaño para la estampación
artística y la principal transposición del concepto decimonónico
de l’art pour l’art al mundo de la estampa ya que, con
la práctica de estampar una misma matriz de todas las maneras
posibles explotando al máximo su expresividad y experimentando
con conceptos y prácticas ligadas a la variedad, la originalidad
y la unicidad, se resquebrajó la ortodoxa práctica de las
ediciones de obra gráfica. La seriación a modo de clones de todas
las estampas había sido, hasta aquel entonces, una práctica
inquebrantable dada la necesidad de mantener la tradición de
formalizar la edición con una numeración rigurosa. Y axiomáticamente,
no toda la Société estaba interesada en esta serie
de rupturas, pues dependía de la existencia de los dos tipos
de mercados con el coleccionismo tradicional por una parte,
y el amateurs moderno por la otra, siendo el más seguro el
primero de ellos.
Sin embargo, los estampadores más importantes de la
misma Société acabaron por apostar en muchos de los casos
a la experimentación y a la variación de los estados numerados;
de ahí las famosas y prolíficas estampaciones de Lepic,
quien él mismo las bautizaría con el nombre de “Versátile
eau-forte mobile” o “Mobile Etching”, un proceso de estampación
híbrido entre el aguafuerte y el monotipo que
más tarde relataría en su libro Comment je devins graver à
l’eau-forte publicado en 1876 por Cadart, y que también
e.nnova • Año I • Número 2 • enero-junio 2009
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