Número 2 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Hortensia Mínguez García
La influencia de la crítica y la literatura del
siglo XIX en la “Société des Aquafortistes”
56
e.nnova • Año I • Número 2 • enero-junio 2009
Posiblemente sea durante el siglo XIX cuando creció en
mayor grado el ejercicio de la crítica literaria ya que su
práctica fue muy amplia y heterogénea, pues tan solo en
Francia en los años sesenta coexistieron hasta 230 críticos.
La crítica se convirtió en cómplice del arte que luchaba
contra la larga evolución de la Academia y la política de
un Estado estancado en la convicción de mantener vivo al
ya saturado mediocre y caduco arte oficial. Por ello, su papel
fundamental fue el de relacionarse directamente con los
proyectos que pretendían dedicar su labor, a la renovación
plástica y conceptual del arte como lo fue la Société des Aquafortistes
Français, donde de hecho prosperaron las influencias
teóricas de los mayores pensadores de la época con los críticos
de arte Philippe Burty y Théophile Thoré, y los escritores
Charles Baudelaire, Theóphile Gautier y Théodore de Banvile,
muchos de ellos muy influenciados por el precursor del socialismo
Pierre-Joseph Phroudhon (junto en Saint-Simon, Charles
Fourier y Louis Blanc) con su obra De los principios del arte y de
su función social, donde se hilvanaban las conexiones entre arte y
la cuestión social.
El papel de estos teóricos fue fundamental para el desarrollo
de los nuevos valores estéticos de la gráfica contemporánea así
como la promoción de las actividades de la Société des Aquafortistes
Français ya que gracias a ellos se acuñó toda una serie de nuevos
conceptos para afrontar el análisis y la aprehensión de una obra de
arte con el fin de legitimar el nuevo proceso creativo de los artistas
gráficos más originales e innovadores.
En consecuencia, sus discursos se formulaban siempre bajo el
propósito de demostrar el beneficio y la calidad per se de los nuevos
valores contenidos en el nuevo ambiente de la gráfica; es decir, se trataba
de discursos que aspiraban a generalizar sus criterios tendiendo a
establecer un cuerpo doctrinal que acompañase al trabajo proyectual.
Pues ahora, la crítica trabajaría, al igual que el artista, como pedagogo
de la sociedad.
Los medios de difusión de estas críticas fueron varias. La manera
más generalizada y sencilla era la copia del catálogo del Salón, en el cual
podíamos encontrar referencias y notas sobre las obras expuestas. Por
otra parte, los salones y las exposiciones de carácter oficial, tanto en ámbito
nacional como internacional, tenían a su disposición una publicación
independiente con la crítica de las obras escritas, y también estaban
las revistas de la época como L’Artiste y la Gazette des Meaux-Arts, dedie-nnova2.indd
56
10/22/09 2:08:54 Pm