Número 2 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Los participantes en las publicaciones eran seleccionados
la mayoría de las veces por los propios editores,
los componentes del jurado y Cadart. Los seleccionados
eran organizados por encargos (según el talante del
artista le era encargado desde un trabajo hasta un cuaderno
personal). A su vez, en la publicación, los artistas
eran presentados en dos bandos divididos, los artistas más
profesionales y “los menos válidos”. Una vez sacada la publicación
de las obras al mercado, según el éxito personal
obtenido de cada artista, los editores decidían aumentar
o no los encargos para la siguiente publicación. Si la obra
del artista obtenía el éxito comercial, Cadart “explotaba” su
creatividad mediante la recuperación de obras anteriores o
con nuevos encargos, los cuales podían tratarse de una única
obra a un cuaderno que no solía sobrepasar los 6 aguafuertes
en total, aunque algunos de los artistas más consagrados conseguían
editar cuadernos de veinte o veinticinco trabajos.
Sin embargo, si algo cabe destacar más que un simple listado
de nombres, es la unidad temática y estilística con las que la
Société trabajó sus publicaciones. Primeramente, se observa una
clara tendencia temática en cuanto a la representación liberada
del mundo burgués y, segundo, al paisaje, dentro del cual destacó
el gusto por lo rural, la naturaleza, los paisajes marinos y un especial
aprecio por el aspecto arquitectónico de las ciudades.
Y en segundo lugar, resulta sorprendente la unidad estilística
de sus miembros en cuanto a formatos, rasgos compositivos y aspectos
cromáticos. Por ejemplo, la obra de los componentes de la
Société des Aquafortistes destaca por la carencia de color, el escaso
recursos de las degradaciones tonales (el aguatinta fue una técnica
escasamente empleada, y cuando hacían uso de la misma, los trabajos
presentan pocos planos, grandes y concretos) y una profunda
influencia del arte japonés Ukiyo-e, especialmente de las obras de sus
principales artistas como Hokusai (1760-1849), Hiroshige (Ando)
(1797-1858), Harunobu, Utamaro y Hayashi.
La primera aparición oficial de la estampa japonesa fue en la exposición
de Londres de 1862 y, más tarde, en 1867, en la exposición Universal
de París; desde ese mismo instante, la influencia del arte japonés
fue determinante en la obra de algunos artistas con una posición más
privilegiada dentro de la Société, como Bracquemond o Whistler.
Grandilocuentemente, ambos artistas absorbieron la manera de
componer los elementos, los colores y la temática del arte de Ukiyo-e. De
hecho, Dêlatre, Lepic y sus seguidores fueron influenciados especialmente
por los efectos que ofrece la técnica japonesa del Betsu Zuri, juego de
la estampación de bloques de madera independientes a través del cual se
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e.nnova • Año I • Número 2 • enero-junio 2009
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