Descarga del documento - Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha

exterior, estos cursos tampoco les permiten ningún vinculo con empresas o entidades a través de las
cuales seguir su desarrollo profesional, por lo que realmente no les dota de capacidades ni habilidades
suficientes que les faciliten el acceso a un puesto de trabajo en ese tipo de ocupaciones.
El hecho de ocupar el tiempo en prisión es bastante agradecido por parte de las internas, sin
embargo consideran que otro tipo de cursos cuyas salidas laborales fueran más accesibles les sería de
gran ayuda de cara a la salida de la cárcel, 6 años de media de prisión puede suponer en estas
condiciones una gran pérdida de tiempo para ellas, y no olvidemos que se trata en su mayoría de
personas con un nivel educativo bajo y que cuando alcanzan la libertad o el tercer grado se encuentran
con la triple dificultad de falta de formación y experiencia laboral y una edad tal (mayores de 40 años) que
unida a los factores anteriores les plantea un serio problema a la hora de encontrar empresas dispuestas a
contratarlas.
Por otra parte, dentro de los Centros Penitenciarios tienen la opción de acceder a formación
reglada a distancia, pero son pocas las que escogen esta opción pues es algo que no que les motiva tal
vez porque no ven una utilidad inmediata, prefieren acceder a cursos de formación profesional/ocupacional
con lo que puedan aprender un oficio y ocupar el tiempo de una forma más amena.
Este panorama educativo dentro de los Centros Penitenciarios castellano-manchegos, no tiene
nada que ver con el que encuentran los hombres, pues para ellos la oferta es mucho más amplia
(carpintería, albañilería, pintura, electricidad, etc.) y se les ofrecen cursos al final de los cuales consiguen
una cualificación laboral adecuada para acceder a diversos empleos una vez que salen en libertad.
Si bien esta es la realidad que encontramos en los Centros Penitenciarios donde existen mujeres
internas en Castilla La Mancha, también es cierto que desde la dirección de los centros se reconoce que
tal vez los talleres formativos que se ofertan no están muy ajustados a la realidad, en el sentido de que
posiblemente no se esté formando para aquellos empleos que tienen más fácil salida en el mercado
laboral, no obstante, normalmente se intenta que todas las propuestas que las entidades externas puedan
proponer, se desarrollen finalmente, ya que son actividades útiles y necesarias de cara a la salida de
prisión, aunque ciertamente tampoco se reciben muchas propuestas de este tipo y no se plantean desde
los mismos centros debido a la falta de recursos humanos y materiales necesarios para poder
desarrollarlos; igualmente al tratarse los módulos de mujeres de espacios muy pequeños no cuentan con
una infraestructura adecuada para su puesta en marcha.
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