Descarga del documento - Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha

• Por último y como acabamos de ver, es de gran necesidad la sensibilización a empresas, así como la
sensibilización a las mujeres a cerca de su realidad en prisión y de lo que pueden encontrar a la salida,
para fomentar también su participación en las acciones propuestas.
VV. .. REECOMEENDACI IIONEESS YY LLÍ ÍÍNEEASS DEE ACTTUACI IIÓN
Tal y como estamos describiendo, la población reclusa y en particular las mujeres, se encuentra
habitualmente en un círculo vicioso en que su situación precaria, en la mayor parte de los casos, les lleva
a un ingreso en prisión, donde por lo general no encuentran programas adecuados que les preparen para
la inserción sociolaboral a su salida y donde pierden costumbres de auto-organización y ocupación del
tiempo, desligándose de las habilidades sociales y laborales necesarias para desenvolverse en el mundo
normalizado y sustituyéndolas por aquellas que les permiten desenvolverse dentro de la cárcel. Todo ello
va contribuyendo a que este colectivo encuentre muy difícil adaptarse a la vida fuera de la cárcel, por
perdida de hábitos o falta de información, lo cual les puede devolver a una nueva situación de precariedad
económica y social alimentando así la situación de exclusión. Por ello es importante llevar a cabo
actuaciones de formación, orientación, acompañamiento e integración sociolaboral entre otras, tanto
dentro de los centros como a su salida, para atender las necesidades especificas de este colectivo. A
continuación proponemos algunas estrategias que se pueden llevar a cabo para paliar los déficits
detectados en Castilla La Mancha a través de este estudio.
1. PROGRAMAS “SAL”
Estos programas están destinados a la inserción sociolaboral de personas reclusas que se
encuentran un régimen de semilibertad, o que han alcanzado ya la libertad total. El trabajo que se
desarrolla en estos programas es proporcionar un apoyo individualizado a los reclusos/as y ex-reclusos/as,
de modo que se les facilite y se les dote de las herramientas y habilidades adecuadas para insertarse
laboralmente, realizando acompañamientos y apoyándoles durante todo el proceso de la búsqueda de
empleo y una vez en activo también en el mantenimiento de sus puestos de trabajo. Por tanto, se trata de
un programa integral, especializado y dirigido a la población reclusa, que sería muy beneficioso para el
colectivo castellano-manchego, pues no dispone de recursos tales que aborden su problemática de forma
específica e individualizada.
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