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-Acciones de apoyo a la creación de iniciativas empresariales de carácter social, potenciando
fórmulas específicas de intermediación sociolaboral en particular de empresas de inserción.
La contratación de mujeres pertenecientes a colectivos en exclusión es, sin duda, una de las
aportaciones que tanto empresas como entidades públicas y privadas pueden realizar por la integración de
dichos colectivos. En esta línea, cabe mencionar algunas de las buenas prácticas que algunas empresas,
pocas, están incorporando en la contratación de personal:
-Establecimiento de sistemas objetivos en los procesos de selección, que respondan a criterios de
productividad y no a prejuicios.
-Establecimiento de cuotas de vulnerabilidad en la contratación, lo que supone un salto enorme en
el compromiso social empresarial. Concretamente, algunas empresas se marcan su propio porcentaje para
la contratación de personas en situación o en riesgo de exclusión social.
-Utilización de las entidades sociales que desarrollan programas de empleo como intermediarias.
Fase de mantenimiento en el empleo
En el supuesto de que nuestra usuaria se incorpore a un puesto de trabajo, habrá que evaluar en
qué medida se ha completado el proceso de inserción sociolaboral, ya que puede tratarse de una
“inserción mediática” con el objetivo de adquirir experiencia laboral de cara a conseguir definir el objetivo
profesional o simplemente haya una necesidad económica urgente que derive en incorporarse en un
momento determinado a “cualquier empleo”. En ambos casos el proceso de inserción no estará
completado y deberemos mantener el plan de trabajo, propuesto en el itinerario, con la usuaria.
El mantenimiento del empleo, propiamente dicho, podemos definirlo como un conjunto de acciones
que apoyan el desarrollo de la empleabilidad en el mismo puesto de trabajo. Sus objetivos se centran en
apoyar, motivar y reforzar actitudes para mantener en el tiempo el empleo conseguido durante la fase de
adaptación al mismo, fomentar habilidades para manejar situaciones cotidianas que puedan suponer
problemas para las mujeres y, sobre todo, acompañar en los primeros meses de trabajo, principalmente
cuando para la persona supone un reto demasiado grande.
Algunas de las variables sobre las que tenemos que intervenir en la fase de mantenimiento del
empleo son las siguientes:
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