Descarga del documento - Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha

• El proceso de búsqueda de empleo
Cuando las mujeres reclusas y ex-reclusas se disponen a poner en marcha estrategias de
búsqueda de empleo muchas veces se encuentran con que no saben cómo confeccionar su currículum y
aún menos como organizarlo para intentar disimular el vacío de actividad durante los años en prisión.
Como hemos dicho antes, tampoco saben si deben o no hacer referencia a la situación en la que
están, ni tampoco tienen mucha idea a cerca de qué yacimientos de empleo o perfiles laborales son los
más adecuados para que, en función de su capacidades, conocimientos y habilidades, les puedan
proporcionar más oportunidades de empleos sin saber en muchos casos dónde encontrar aquellas
empresas a las cuales les interesaría enviar su currículum, ni dónde poder informarse de ofertas de
trabajo, optando en muchas ocasiones por buscar empleo a través del boca a boca o a través de
contactos personales.
Aunque saben que pueden recurrir a los Ayuntamientos, hablar con un Trabajador social, y
mencionan los Centros de la Mujer o Servicios Públicos de Empleo como posibles recursos a los que
acudir, no saben muy bien en qué medida les podrán ayudar. Existen casos más extremos en los que la
información a cerca del funcionamiento de los grados penitenciarios brilla por su ausencia, de modo que
mujeres con dispositivos telemáticos no saben muy bien cual es su disponibilidad horaria, algo que
repercute luego en su decisión de poder aceptar o no ciertos empleos, o mujeres en tercer grado con
disponibilidad para poder beneficiarse de la flexibilidad de estos dispositivos, que al no saber muy bien en
qué consisten, deciden pasar sus terceros grados dentro de los Centros y esperar a que les den la libertad
condicional para tener mayor acceso al mercado laboral, perdiendo así oportunidades y tiempo para
empezar a realizar actividades con las que poder poco a poco integrarse en el mundo laboral.
Igualmente les produce inquietud el momento de una entrevista, pues aunque anteriormente al
ingreso en los Centros hayan pasado por muchas de ellas, la desvinculación con el exterior y la actividad
laboral hace que su autoconfianza haya disminuido al igual que sus hábitos laborales y su forma de
comunicarse y relacionarse con los demás.
Al ser la experiencia laboral y la formación cualificada los requisitos más ampliamente exigidos por
las empresas, en muchos casos las mujeres (que carecen normalmente de estos requisitos) demandan
empleos no cualificados en limpieza, lavandería y confección mayoritariamente. Igualmente la edad es una
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