Descarga del documento - Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha

mujeres gitanas normalmente vuelven a sus viviendas con su familia, pues tienen más apoyos familiares
que en otros casos, para las demás mujeres las opciones son acudir a las viviendas de sus padres y
hermanos (en caso de que tengan relación con ellos), o de algún amigo, o bien acceder a una casa de
acogida. Por otra parte como hemos visto, muchas veces las mujeres anticipan que no tendrán posibilidad
de encontrar un trabajo en la ciudad donde residen por lo que se plantean el pedir el traslado a otras
provincias.
¿Qué me voy a encontrar cuando salga?
Es habitual encontrar este tipo de inquietud entre las mujeres reclusas, pues el alejamiento de la
familia y de sus redes sociales supone una fuente de angustia para ellas durante su encarcelamiento por
el miedo a desvincularse de ellos, a que a raíz de su ingreso en prisión se creen conflictos dentro de la
familia irreparables, al haberse distanciado de sus hijos, también el miedo a ser discriminada y no poder
encontrar un empleo y poder rehacer su vida, inquietud a cerca de qué pensarán de ellas. Igualmente en
la mayoría de las ocasiones saben que no quieren volver a la misma situación que tenían antes y saben
que deben desvincularse de aquellas personas o ambientes que dificultarán su reinserción. Una vez que
salen fuera, aun en muchos casos, al encontrarse con escasos apoyos familiares se reconocen a sí
mismas como personas normales, que en su momento cometieron un error y que aunque tengan que
reaprender a desenvolverse en el trabajo, volver a adquirir hábitos labores, etc., se sienten mujeres que
merecen el mismo trato que las demás. No obstante, son conscientes de que pueden encontrarse con
ciertos rechazos o desconfianza por parte de otras personas si saben que han estado en prisión.
“Fue un error pero le puede pasar a cualquiera, no tengo por qué avergonzarme y
esconderme, yo no soy un bicho raro y no tiene por qué ser malo que la gente se
entere, ¿no?. La verdad es que no le sé, ¿ustedes qué piensan?, la gente no me tiene
que juzgar, tienen que conocerme primero, porque ellos podrían cometer el mismo
error, la gente que me conoce y sabe como soy, que soy responsable y trabajadora y
normal, como antes de entrar presa, no tiene que ver que haya estado en la cárcel”.
Por otro lado, afrontan esta salida de prisión con una gran motivación por hacer una vida
independiente y autónoma y en todo caso ser ellas quienes ayuden a sus familias y no al contrario.
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