norma - Pandemia No Hay Ninguna: ¡Detengan La Vacuna!
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por tratamiento, con lo cual esperaba obtener un gran éxito<br />
en ventas y así compensar las pérdidas que tendría la compañía<br />
cuando se le venciera ese año la patente de Prozac.<br />
Pero a causa del alto precio muchos hospitales decidieron<br />
que el medicamento no valía la pena. Podían sacarle más<br />
jugo a su dinero, pensaban, si lo invertían en otra cosa. Para<br />
la primavera de 2002 era obvio que las ventas de Xigris no<br />
cumplían las expectativas.<br />
Por lo tanto, Lilly contrató a una firma publicitaria, Blesito<br />
& Co., para que se encargara de Xigris. <strong>La</strong> compañía inició<br />
una campaña que llamó "<strong>La</strong> ética, la urgencia y el potencial".<br />
<strong>La</strong> idea principal no era hacer más investigaciones sobre la<br />
eficacia del fármaco, sino averiguar si a los pacientes de ICU<br />
se les negaban tratamientos por motivos de costos. Eso podía<br />
usarse para convencer a la gente de que era poco ético no<br />
usar Xigris, porque equivalía a limitar los tratamientos que<br />
podían salvar vidas. Para ese fin, Lilly otorgó una beca de 1,8<br />
millones de dólares para realizar un estudio completo de los<br />
razonamientos en las ICU. El doctor Mitchell Levy, director<br />
de la ICU médica del Hospital de Rhode Island, que dijo que<br />
la información en la que se apoyaba Xigris era "realmente<br />
muy buena", fue convocado para presidir una comisión de<br />
veinte personas llamada Valores, ética y limitación en unidades<br />
de cuidados intensivos (incluso tiene su propia página<br />
web: www.vericc.org). Entre los miembros se incluían<br />
estudiosos de ética, directores de hospitales y especialistas<br />
en ICU de todo el país.<br />
Lilly incluso consiguió que se hiciera un nuevo código federal<br />
de diagnóstico para la sepsis severa, con el fin de hacer<br />
un seguimiento de su incidencia. De esa manera podía tener<br />
una mejor idea del volumen del mercado potencial y de la<br />
mejor forma de promocionar Xigris. Más importante aún,<br />
logró que los centros de servicios de Medicare y Medicaid<br />
aceptaran reembolsar la mitad del precio de Xigris, que podía<br />
llegar a los 3.400 dólares por tratamiento. Un acuerdo in-<br />
audito. Medicare reembolsa a los hospitales habitualmente<br />
según el diagnóstico: cierto monto por un ataque cardiaco,<br />
otro por una apoplejía, otro por una neumonía, y así. <strong>No</strong><br />
paga por un medicamento específico o por el tratamiento.<br />
Lo que Lilly consiguió para Xigris es excepcional. En caso de<br />
que haya alguna duda, Lilly le dijo al Wall Street Journal que<br />
no tenía intenciones de bajar el precio del medicamento. ¿Y<br />
el margen de ganancia? De eso no habla la compañía.<br />
<strong>La</strong> historia de Xigris nos demuestra de qué manera el<br />
pago en dinero a los académicos puede desplazar el centro<br />
de atención del lugar donde debería estar en este caso (el<br />
precio exorbitante de un fármaco de eficacia incierta) a la<br />
ética del racionamiento. Un ensayo clínico por lo general<br />
no es suficiente para demostrar los beneficios de manera<br />
concluyente. <strong>La</strong> FDA le pidió a Lilly que realizara estudios<br />
obligatorios de cuarta fase para investigar mejor los riesgos y<br />
los beneficios. Se esperaría que la compañía fuera tan hábil<br />
para realizar esos estudios como lo fue para demostrar los<br />
racionamientos en las ICU, pero por alguna razón lo dudo.<br />
CONSECUENCIAS DE LA FARSA<br />
Este capítulo y el anterior trataron sobre la publicidad<br />
disfrazada de educación y de investigación, dos farsas que se<br />
dan a menudo al mismo tiempo. Primero, la falsa investigación<br />
lleva a una respuesta ante una pregunta clínica. Luego,<br />
la falsa educación se encarga de que los médicos en todo<br />
el mundo la escuchen y hagan millones de prescripciones<br />
basándose en la información falsa. A veces las coimas y los<br />
sobornos ayudan a acelerar las cosas.<br />
Bueno, uno se preguntaría qué tiene de malo todo esto.<br />
Sin duda, el proceso es engañoso, pero si logra que más<br />
gente consiga los medicamentos por prescripción, ¿no hay<br />
un beneficio neto? Después de todo, quizá los fármacos son<br />
de cierta ayuda; de lo contrario, la FDA no los aprobaría y los<br />
{ 188 } LA VERDAD ACERCA DE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA<br />
MARCIA ANGELL ( 189 )