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FinanzasyGenero_cast

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»»Si bien se aprecia más cercanía cuando se atiende a una mujer (79,2% delas ocasiones cuando se trata a una mujer frente a un 70,8% cuando setrata a un hombre), es más frecuente que en el transcurso de la entrevista,al atenderles a ellos, se aborden temas personales (16,7% de las ocasionesfrente a 4,2% en el caso de las mujeres) pero en estos supuestos, la diferenciaproviene fundamentalmente de que la persona que atiende es mujer(no tanto de que el interlocutor sea hombre o mujer) y adopta una actitudmucho más familiar y protectora.»»De hecho, la sensación de trato “paternalista” sólo se da entre clienteshombres que han sido atendidos por mujeres, que han adoptado con ellosuna posición “protectora” y de tutela.»»En cuanto al lenguaje financiero utilizado, la principal diferencia radica enque cuando se atiende a un hombre, se busca mayor comprensión y feedback de su entendimiento, lo que puede reflejar un mayor interés comercial.En 62,5% de los casoscuando el potencialcliente es hombre lapersona que atiendeasesora acerca delas mejores opcionespara su interlocutormientras que en elcaso de la mujer esteporcentaje se reduce al12,5%.»»De hecho, en el 83,3% de los supuestos masculinos se percibe una involucraciónde la persona que atiende, frente al 75% en el caso de la mujer. Estacuestión se hace mucho más patente en el supuesto de negocio ya que en 7de los 8 supuestos en los que el hombre es el cliente la entidad se involucra,mientras que en el caso de la mujer esta proporción se reduce a 4 de los 8supuestos realizados.»»En relación con esto, en 62,5% de los casos cuando el potencial cliente eshombre la persona que atiende asesora acerca de las mejores opcionespara su interlocutor mientras que en el caso de la mujer este porcentajese reduce al 12,5%.Con la información recogida en las visitas a las entidades financieras, tampocose puede concluir que a las mujeres se les exija un nivel de requisitos financierosmayor que a los hombres (H 10). Sin embargo, sí se trata de contrastarsu situación familiar, entendiendo que esta puede ser garante de una mayoro menor autonomía y/o solvencia. Como se ha señalado anteriormente, en elcaso de los supuestos de negocio, la confianza de la entidad en las mujeres estásupeditada a los resultados de un plan de viabilidad, cosa que en el caso delhombre no es así.Finanzas y Desigualdades de Género_123

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