AMNISTÍA INTERNACIONAL
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interrogatorio, y se usaban sobre todo para<br />
obligarlas a “confesar”. Era habitual que las<br />
personas bajo custodia del Ministerio de<br />
Inteligencia y la Guardia Revolucionaria<br />
fueran objeto de reclusión prolongada en<br />
régimen de aislamiento, lo que constituía<br />
tortura.<br />
Las autoridades se abstenían por sistema<br />
de investigar las denuncias de tortura y otros<br />
malos tratos, y a veces amenazaban con<br />
someter a los denunciantes a nuevas torturas<br />
y penas severas. Los jueces seguían<br />
admitiendo “confesiones” obtenidas<br />
mediante tortura como prueba inculpatoria, a<br />
pesar de que el Código de Procedimiento<br />
Penal de 2015 las excluía. El Código no<br />
establecía el procedimiento que debían<br />
seguir jueces y fiscales para investigar las<br />
denuncias de tortura y asegurarse de que las<br />
“confesiones” eran voluntarias. Otras<br />
disposiciones contenidas en él, como la que<br />
garantizaba el derecho de la persona<br />
detenida a asistencia letrada desde el<br />
momento de la detención y durante la fase<br />
de investigación, eran ignoradas con<br />
frecuencia en la práctica, lo que facilitaba la<br />
tortura.<br />
Las autoridades judiciales, especialmente<br />
la fiscalía, y las autoridades penitenciarias<br />
negaban a menudo a las personas<br />
encarceladas por motivos políticos, presos y<br />
presas de conciencia incluidos, el acceso a la<br />
atención médica adecuada, en muchas<br />
ocasiones para castigarlas u obligarlas a<br />
hacer “confesiones”.<br />
En junio, Nader Dastanpour murió bajo<br />
custodia a consecuencia de lesiones<br />
sufridas, según su familia, durante su tortura<br />
en una comisaría de policía de Teherán. No<br />
se tuvo constancia de ninguna investigación<br />
independiente.<br />
Penas crueles, inhumanas o degradantes<br />
Las autoridades judiciales continuaron<br />
imponiendo y aplicando penas crueles,<br />
inhumanas o degradantes, que constituían<br />
tortura, como flagelación, ceguera y<br />
amputación. A veces se ejecutaba la pena en<br />
público.<br />
En abril, el fiscal de Golpayegan, provincia<br />
de Isfahán, anunció que un hombre y una<br />
mujer declarados culpables de “tener una<br />
relación ilegítima” habían sido condenados a<br />
recibir 100 latigazos cada uno.<br />
En mayo, el fiscal de la provincia de<br />
Qazvin anunció que las autoridades habían<br />
detenido a 35 jóvenes de ambos sexos que<br />
estaban “bailando y confraternizando en una<br />
fiesta de graduación [...] semidesnudos<br />
mientras consumían alcohol” y que en 24<br />
horas los habían declarado culpables de<br />
realizar actos “incompatibles con la castidad,<br />
que alteraban a la opinión pública”. Las<br />
autoridades ejecutaron las penas de 99<br />
latigazos a que habían sido condenados en<br />
una vista judicial especial celebrada el<br />
mismo día.<br />
En la provincia de Azerbaiyán Occidental,<br />
las autoridades ejecutaron las penas de<br />
flagelación de entre 30 y 100 latigazos<br />
impuestas a 17 mineros que habían<br />
participado en una protesta contra las<br />
condiciones laborales y los despidos en la<br />
mina de oro de Agh Darreh en 2014. En<br />
junio, un tribunal penal de la provincia de<br />
Yazd impuso a 9 mineros penas de<br />
flagelación de entre 30 y 50 latigazos.<br />
En julio, un tribunal de apelación condenó<br />
al periodista y bloguero Mohammad Reza<br />
Fathi a recibir 459 latigazos por los cargos de<br />
“publicar mentiras” y “crear inquietud en la<br />
opinión pública” con sus textos.<br />
En noviembre se cegó de ambos ojos a un<br />
hombre en Teherán como castigo por haber<br />
dejado ciega a una niña de cuatro años en<br />
junio de 2009. Varios presos más, como<br />
Mojtaba Yasaveli y Hossein Zareyian, seguían<br />
corriendo peligro de ser cegados. Médicos<br />
pertenecientes a la Organización de Medicina<br />
Legal de Irán, de carácter oficial, asesoraron<br />
como “expertos” al Tribunal Supremo sobre<br />
la forma médicamente factible de aplicar las<br />
penas de ceguera, acto contrario a la<br />
deontología médica.<br />
En abril, las autoridades judiciales de la<br />
Prisión Central de Mashhad amputaron<br />
cuatro dedos de la mano derecha y los dedos<br />
del pie izquierdo a un hombre que había sido<br />
declarado culpable de robo a mano armada.<br />
246 Informe 2016/17 Amnistía Internacional