La sirena varada: Año 1, Número 5
El quinto número de La sirena varada: Revista literaria.
El quinto número de La sirena varada: Revista literaria.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El niño escogía cuidadosamente entre<br />
las piececitas con anhelantes e inocentes<br />
ojos. «Todo estará bien, cuando encuentre<br />
los últimos tres engranes funcionará<br />
nuevamente y tú papá, podrás abrazarme<br />
otra vez». Sonreía, provocado por la<br />
desesperación y cruel esperanza.<br />
En el suelo yacía un hombre viejo, un<br />
agujero se abría en su pecho. «Ya casi»<br />
Rezaba el niño muy contento. «Tú dijiste<br />
que los relojes eran los corazones<br />
del tiempo y siempre ayudaste a sanar<br />
cada reloj que llegaba a tus manos;<br />
estoy seguro papá, que él puede obsequiarte<br />
uno de sus corazones ahora que<br />
el tuyo se ha detenido».<br />
Takeshi Avalos Rosales<br />
<strong>La</strong> casa se ha llenado de hormigas.<br />
¡Maldito verano! Hay que ir con mil ojos<br />
y dejar la cocina lustrosa para evitar la<br />
invasión. Si quedó una miga, ya está<br />
liada. Y no digamos los niños, que dejan<br />
olvidado el bocadillo en cualquier<br />
parte. Lo que peor llevo es cuando<br />
comen galletas, mira que les digo, que<br />
así no paramos esto. En fin, no damos<br />
abasto a barrer, frotar, aspirar...Johny<br />
vino hoy diciendo si no será el cadáver<br />
de papá que las atrae. Vaya cosas<br />
tienen los críos, si saben de sobra que<br />
está cubierto de polvitos rosas.<br />
María Ángeles Peyró Jiménez<br />
125